Tocó ahora a la National Association of Security Dealers (NASD, controlante del panel Nasdaq) notificar a JP Morgan Chase y Robertson Stephens –división de FleetBoston Financial- que serán investigadas luego de ser acusadas de percibir comisiones excesivas a cambio de dar preferencia a determinados clientes en varias OPI efectuadas en 1999 y 2000.
Falta comprobar si (a) ambos intermediarios privilegiaron indebidamente a ciertos clientes en la asignación de acciones nuevas, y (b) si los presuntos beneficiarios restituyeron parte de sus ganancias en forma de comisiones u honorarios inflados.
La clave del problema reside en el atropellado lanzamiento bursátil de puntocom, durante el último lustro de los 90, y el pocos rigor de quienes timoneaban las OPI.
Paralelamente, la Securities & Exchange Commission (SEC) sospecha que algunas firmas pueden haber presionado a los inversionistas favorecidos para –justamente- ofrecer precios desmedidos el primer día de cada OPI. Esta maniobra generaba impresionantes repuntes de las cotizantes protagonsitas de cualquier OPI, sin prestar atención a su perfil económico o financiero (balances inclusive).
Las indagaciones de la comisión de bolsas y valores es más amplia que la de las NASD. Abarca Crédit Suisse Firts Boston, Goldman Sachs Group, Morgan Stanley Dean Witter y otros fuertes jugadores. Pero a la NASD le preocupa otro punto: si el desinfle de las acciones puntocom y afines se relaciona tanto con maniobras en cada OPI, quizá no exista –en realidad- un colapso ni un retroceso en el campo tecnológico propiamente dicho.
Tocó ahora a la National Association of Security Dealers (NASD, controlante del panel Nasdaq) notificar a JP Morgan Chase y Robertson Stephens –división de FleetBoston Financial- que serán investigadas luego de ser acusadas de percibir comisiones excesivas a cambio de dar preferencia a determinados clientes en varias OPI efectuadas en 1999 y 2000.
Falta comprobar si (a) ambos intermediarios privilegiaron indebidamente a ciertos clientes en la asignación de acciones nuevas, y (b) si los presuntos beneficiarios restituyeron parte de sus ganancias en forma de comisiones u honorarios inflados.
La clave del problema reside en el atropellado lanzamiento bursátil de puntocom, durante el último lustro de los 90, y el pocos rigor de quienes timoneaban las OPI.
Paralelamente, la Securities & Exchange Commission (SEC) sospecha que algunas firmas pueden haber presionado a los inversionistas favorecidos para –justamente- ofrecer precios desmedidos el primer día de cada OPI. Esta maniobra generaba impresionantes repuntes de las cotizantes protagonsitas de cualquier OPI, sin prestar atención a su perfil económico o financiero (balances inclusive).
Las indagaciones de la comisión de bolsas y valores es más amplia que la de las NASD. Abarca Crédit Suisse Firts Boston, Goldman Sachs Group, Morgan Stanley Dean Witter y otros fuertes jugadores. Pero a la NASD le preocupa otro punto: si el desinfle de las acciones puntocom y afines se relaciona tanto con maniobras en cada OPI, quizá no exista –en realidad- un colapso ni un retroceso en el campo tecnológico propiamente dicho.