sábado, 28 de diciembre de 2024

Signos inflacionarios elevan tasas pero deprimen bolsas y dólar

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Hace más de un año que el euro no marca US$ 1,294 o el dólar no cede a ¥ 110. Al mismo tiempo, las tasas largas vuelven a 2001/2, con la T-30 en 5,2 y la T-30 en 5,3% anual, el oro pasa de US$ 720 y algunos paneles pierden hasta 2% (13-IV).

Dejando en el aire una ola de pronósticos optimistas a medida de los mercados especulativos –entre ellos, uno de Benjamin Bernanke, jefe de la Reserva Federal-, la semana cerró borrascosa. Un síntoma, la extrema firmeza en tipos de interés, generó nuevos temores “estanflacionarios” en segunda economía del mundo.

Tampoco ayudaban otro retroceso en la popularidad de George W.Bush (a apenas 31%) ni revelaciones sobre los verdaderos alcances del espionaje sobre las personas dispuesto años atrás por Michael Hayden (inexplicable candidato a digirir los restos de la CIA). El marco geopolìtico es muy difíicil. De ahí que Henry Kissinger –nadie menos- se oponga públicamente a acciones armadas contra Irán. Por otra parte, cayó pésimo entre los republicanos el intento de George W. Para “ungir” sucesor a su hermano Jeb. Como gobernador de Florida, en 2000 armó el fraude que le permitió George W. salir presidente, no sin anuencia de una Corte Suprema cada vez menos fiable.

En medio de la tormenta que castigaba a los mercados, Vladyímir Putin amenazó a Alyexandr Lukashenko (títere suyo en Minsk) con cortar los subsidios que le permiten manejar a Rusia Blanca como feudo. ¿Motivo? El riesgo de que su gobierno rechace el proyecto para reunificar ambos países, perspectiva que alarma en Polonia, Finlandia y las tres repúblicas bálticas.

Volviendo a los mercados, otro detonante es el inesperado rebote de importaciones que registró la balanza comercial en abril. Así las cosas, los tres paneles de Wall Street cedieron entre 1,05 y 1,3%. Pero más lo hicieron Londres (el índice FT100 bajó 2,15%), Fráncfort (-1,5%) y San Pablo (-2,1%), la única bolsa sudamericana relevante. Como viene sucediendo desde marzo, el avance de tasas largas -esto es, el descenso de bonos federales- no beneficia al dólar.

Dejando en el aire una ola de pronósticos optimistas a medida de los mercados especulativos –entre ellos, uno de Benjamin Bernanke, jefe de la Reserva Federal-, la semana cerró borrascosa. Un síntoma, la extrema firmeza en tipos de interés, generó nuevos temores “estanflacionarios” en segunda economía del mundo.

Tampoco ayudaban otro retroceso en la popularidad de George W.Bush (a apenas 31%) ni revelaciones sobre los verdaderos alcances del espionaje sobre las personas dispuesto años atrás por Michael Hayden (inexplicable candidato a digirir los restos de la CIA). El marco geopolìtico es muy difíicil. De ahí que Henry Kissinger –nadie menos- se oponga públicamente a acciones armadas contra Irán. Por otra parte, cayó pésimo entre los republicanos el intento de George W. Para “ungir” sucesor a su hermano Jeb. Como gobernador de Florida, en 2000 armó el fraude que le permitió George W. salir presidente, no sin anuencia de una Corte Suprema cada vez menos fiable.

En medio de la tormenta que castigaba a los mercados, Vladyímir Putin amenazó a Alyexandr Lukashenko (títere suyo en Minsk) con cortar los subsidios que le permiten manejar a Rusia Blanca como feudo. ¿Motivo? El riesgo de que su gobierno rechace el proyecto para reunificar ambos países, perspectiva que alarma en Polonia, Finlandia y las tres repúblicas bálticas.

Volviendo a los mercados, otro detonante es el inesperado rebote de importaciones que registró la balanza comercial en abril. Así las cosas, los tres paneles de Wall Street cedieron entre 1,05 y 1,3%. Pero más lo hicieron Londres (el índice FT100 bajó 2,15%), Fráncfort (-1,5%) y San Pablo (-2,1%), la única bolsa sudamericana relevante. Como viene sucediendo desde marzo, el avance de tasas largas -esto es, el descenso de bonos federales- no beneficia al dólar.

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