Las cifras del departamento federal de Trabajo resultaron frustrantes. Em particular para quienes insisten en que la economía norteamericana crece sólidamente. Al conocerse el informe, los bonos de Tesorería pegaron un salto, mientras retrodedían las acciones. Luego hubo algunos reacomodamientos.
La “burbujita” de las letras derivaba de presunciones especulativas. Muchos operadores, en afecto, asociaron los síntoimas laborales con una presunta pausa en la serie de alzas básicas dictadas por la Reserva Federal.
Pero el panorama no es tan claro. En el mismo comunicado, el gobierno señala que la tasa de desempleo urbano cedía de 5,2 a 5,1%. O sea, al piso desde septiembre de 2001. Como se ve, la administración Buch todavía sigue lejos del 4,2% que le legara Clinton en 2000.
Las cifras del departamento federal de Trabajo resultaron frustrantes. Em particular para quienes insisten en que la economía norteamericana crece sólidamente. Al conocerse el informe, los bonos de Tesorería pegaron un salto, mientras retrodedían las acciones. Luego hubo algunos reacomodamientos.
La “burbujita” de las letras derivaba de presunciones especulativas. Muchos operadores, en afecto, asociaron los síntoimas laborales con una presunta pausa en la serie de alzas básicas dictadas por la Reserva Federal.
Pero el panorama no es tan claro. En el mismo comunicado, el gobierno señala que la tasa de desempleo urbano cedía de 5,2 a 5,1%. O sea, al piso desde septiembre de 2001. Como se ve, la administración Buch todavía sigue lejos del 4,2% que le legara Clinton en 2000.