sábado, 4 de enero de 2025

Señales inflacionarias inflan el dólar y las tasas

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Tras registrar la mayor alza diaria desde julio de 2002, el dólar rozaba ¥ 108,70. Entretanto, el euro cedía a US$ 1,192 y la tasa T10 subía a 4,37% anual. Todo esto licuó una reacción accionaria en Wall Street.

El detonante fueron los precios minoristas en Estados Unidos, cuyo índice ascendió por cuarto mes seguido. Eso en un contexto internacional donde circulan temores inflacionarios en Asia oriental y los futuros petroleros siguen altos. Algunos esperan ya que la Reserva Federal eleve tipos básicos el próximo trimestre, o sea antes de las elecciones.

El departamento federal de Trabajo, en efecto, informó que –en marzo- el índice de precios al consumidor había subido 0,5%. Nadie esperaba ese margen, mucho menos en Wall Street. Por eso, los principales indicadores trocaron una moderada alza por un cierre casi neutro.

Mientras, la tasa T-10 trepaba a 4,37% anual, pico en cuatro años. Todo ello pese a que las exportaciones hayan experimentado, en febrero, el mayor avance en siete años. O que el desempleo haya cedido algo y las ventas minoristas –ya en marzo- hayan superado los pronósticos de los gurúes.

Ahora, varios expertos temen que las acciones líderes en sectores claves sufran un castigo que venía demorándose desde febrero.

El detonante fueron los precios minoristas en Estados Unidos, cuyo índice ascendió por cuarto mes seguido. Eso en un contexto internacional donde circulan temores inflacionarios en Asia oriental y los futuros petroleros siguen altos. Algunos esperan ya que la Reserva Federal eleve tipos básicos el próximo trimestre, o sea antes de las elecciones.

El departamento federal de Trabajo, en efecto, informó que –en marzo- el índice de precios al consumidor había subido 0,5%. Nadie esperaba ese margen, mucho menos en Wall Street. Por eso, los principales indicadores trocaron una moderada alza por un cierre casi neutro.

Mientras, la tasa T-10 trepaba a 4,37% anual, pico en cuatro años. Todo ello pese a que las exportaciones hayan experimentado, en febrero, el mayor avance en siete años. O que el desempleo haya cedido algo y las ventas minoristas –ya en marzo- hayan superado los pronósticos de los gurúes.

Ahora, varios expertos temen que las acciones líderes en sectores claves sufran un castigo que venía demorándose desde febrero.

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