Se suele acusar de complacencia a los mercados financieros. Sin embargo, el ánimo en este momento no es de complacencia sino de ansiedad. Y se profundiza cada día. En Alemania las tasas de interés son negativas, tanto para los depósitos a corto plazo como para los bonos a 30 años. En Suiza los rendimientos negativos se extienden hasta para los bonos a 50 años. En Estados Unisoa, las tasas de interés para los bonos a diez años son más bajas que para las cuentas a tres meses, un anuncio claro de recesión. Por todos lados se percibe angustia.El dólar se apreció frente a todas las otras monedas. El oro llegó a su máximo en seis años. Los precios del cobre, una representación de salud industrial, están muy abajo. Mucha gente teme que estas extrañas señales anuncian una recesión global. Sin embargo, hasta la recesión es solo un temor, no una realidad. El verdadero problema es que las firmas y los mercados están haciendo esfuerzos por manejarse en la incertidumbre. Y eso es el resultado de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Los bonos norteamericanos caen 3% en medio de señales de recesión
Ocurrió cuando crecen los temores de un desaceleramiento del crecimiento y los mercados de bonos señalan la posibilidad de una recesión.
El Índice S&P 500 terminó cayendo 2,9% y los bonos energéticos se colocaron a la cabeza de la caída, seguidos de cerca por los financieros. El índice tecnológico Nasdaq cayó más de 3%.
“Creo que la economía norteamericana tiene la suficiente fortaleza como para evitar una recesión. Pero aumentaron las probabilidades de que eso ocurra”, dijo la ex presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen.
Los mercados globales siguieron cayendo
El índice Nikkei de Tokio cayó más de 1%, luego de la caída de Wall Street en el día de ayer. Los mercados de bonos están especialmente temerosos, con los bonos a 30 años del gobierno norteamericano cayendo a su marca más baja, una señal de que los inversores están buscando salvarse mientras hay señales de preocupación en el mundo entero.