Por supuesto, los objetivos esenciales son China e India, pero no puede descartarse Japón (que maneja el yen vía constante intervención en el mercado). Los demócratas Charles Schumer (Nueva York) y Maximilian Baucus (Montana) se unieron a los republicanos Lindsey Graham (Carolina sur) y Charles Grassley (Iowa).
Su proyecto de ley exigirá a hacienda determinar si un país manipula su moneda, sin necesidad de probar un intento explícito o deliberado. En su lugar, la autoridad cambiaria federal buscará señales de que esa moneda “se halla básicamente depreciada”.
Además de imponer gravámenes extraordinarios, la eventual ley disparará acciones complementarias. Por ejemplo, reclamos ante la Organización mundial de comercio (OMC). “Debemos asegurarnos de que hacienda no eluda sus obligaciones y, para eso, le daremos mejores instrumentos”, sostuvo Baucus en velada alusión a Henry Paulson y su escaso éxito con los chinos.p>
La propuesta bipartidaria trata de frenar el enorme déficit comercial con Beijing, que alcanzó un récord de US$ 232.500 millones en 2006. Por supuesto, los tiempos parlamentarios sugieren que el pasaje del proyecto por ambas cámaras puede llevar el resto de 2007 y parte de 2008, por lo cual su aplicación recaerá en manos de quien suceda a George W.Bush.
Paulson no ayuda. Precisamente el miércoles, su departamento publicó el informe semestral sobre prácticas cambiarias alrededor del planeta. El documento no sindica a China ni India como manipuladoras de paridades, arguyendo que no ha podido determinar si sus monedas están o no artificialmente depreciadas. Semejante conclusión hizo que otros dos senadores, los precandidatos demócratas Barack Obama y Hillary Rodham Clinton, salieran en apoyo del proyecto y con duras críticas a Paulson.
Por supuesto, los objetivos esenciales son China e India, pero no puede descartarse Japón (que maneja el yen vía constante intervención en el mercado). Los demócratas Charles Schumer (Nueva York) y Maximilian Baucus (Montana) se unieron a los republicanos Lindsey Graham (Carolina sur) y Charles Grassley (Iowa).
Su proyecto de ley exigirá a hacienda determinar si un país manipula su moneda, sin necesidad de probar un intento explícito o deliberado. En su lugar, la autoridad cambiaria federal buscará señales de que esa moneda “se halla básicamente depreciada”.
Además de imponer gravámenes extraordinarios, la eventual ley disparará acciones complementarias. Por ejemplo, reclamos ante la Organización mundial de comercio (OMC). “Debemos asegurarnos de que hacienda no eluda sus obligaciones y, para eso, le daremos mejores instrumentos”, sostuvo Baucus en velada alusión a Henry Paulson y su escaso éxito con los chinos.p>
La propuesta bipartidaria trata de frenar el enorme déficit comercial con Beijing, que alcanzó un récord de US$ 232.500 millones en 2006. Por supuesto, los tiempos parlamentarios sugieren que el pasaje del proyecto por ambas cámaras puede llevar el resto de 2007 y parte de 2008, por lo cual su aplicación recaerá en manos de quien suceda a George W.Bush.
Paulson no ayuda. Precisamente el miércoles, su departamento publicó el informe semestral sobre prácticas cambiarias alrededor del planeta. El documento no sindica a China ni India como manipuladoras de paridades, arguyendo que no ha podido determinar si sus monedas están o no artificialmente depreciadas. Semejante conclusión hizo que otros dos senadores, los precandidatos demócratas Barack Obama y Hillary Rodham Clinton, salieran en apoyo del proyecto y con duras críticas a Paulson.