Nuevas tecnologías y demandas le imponen una necesaria transformación en los procesos y en la cultura, y los desafía a pensar “fuera de la caja”. Los clientes de hoy, que poco tienen que ver con los de antaño, les piden una rápida adaptación a sus necesidades.
La innovación, otra vez, aparece como la clave. Cómo atraer y mantener contentos a clientes poco fieles, que valoran cada vez más la experiencia, la agilidad y las soluciones a medida que la trayectoria de las marcas, es algo con lo que deberán lidiar para avanzar en un mercado competitivo.
En un trabajo codo a codo con sus aliados fundamentales, los productores asesores de seguros (PAS), las grandes firmas del sector buscan a toda marcha tomar lo mejor del modelo insurtech y combinarlo con su capacidad de penetración, trayectoria y presencia en el mercado.
A este proceso, claro, se sumó la irrupción de la pandemia y las medidas de aislamiento, que obligaron a una rápida reacción y reconversión de procesos, apalancada en las nuevas tecnologías disponibles.
Ofrecer soluciones digitales y personalizadas, adelantarse a las necesidades del futuro y fomentar la consciencia aseguradora –extremadamente baja en la Argentina– son algunos de sus desafíos pero también sus enormes oportunidades.
(Versión condensada del informe aparecido en la versión impresa de Mercado)