La política de la Fed de mantener las tasas de interés en niveles casi cero es otra forma de economía es otra forma de intentar que los beneficios efectuados en las capas altas terminen beneficiando a todos los niveles de la sociedad.
Reich es profesor de políticas públicas en la Universidad de California en Berkeley. Tuvo cargos en tres administraciones nacionales, la más reciente como secretario de trabajo durante la presidencia de Bill Clinton. La revista Time lo consideró uno de los 10 secretario de gabinetes más eficaces del último siglo. Es autor de 13 libros, entre ellos, uno sobre la próxima economía y el futuro de Estados Unidos.
Una de las consecuencias de la política de la Fed, dice Reich, se encuentra en la decisión de Apple de tomar un préstamo por nada menos que US$ 17.000 millones y repartirlo entre sus inversores en forma de dividendos y recompra de acciones. Apple está sentada sobre una montaña de US$ 145.000 millones, pero con las tasas de interés tan bajas, le resulta más barato sacar un préstamo. Además, eso le permite evitar impuestos en Estados Unidos sobre su efectivo depositado en países donde los impuestos son más bajos.
Otras grandes empresas están haciendo más o menos lo mismo en menor escala. ¿Quién gana con todo esto? El 10% más rico de los norteamericanos que poseen 90% de todas las acciones de capital. Pero de esas ganancias es poco lo que se filtra hacia abajo. El ciudadano promedio no puede tomar préstamos a las tasas bajas que consiguen Apple u otras empresas grandes. La mayoría de los ciudadanos no tienen un historial crediticio que les permita conseguir préstamos.
Otra cosa sería si Apple y las demás estuvieran tomando créditos para expandir sus operaciones y crear nuevos puestos de trabajo. Pero eso no es lo que está ocurriendo. Hay que recordar que Apple sigue sentada sobre US$ 145.000 millones. Y la razón por la cual las empresas no están creando empleo es que los consumidores no están consumiendo lo suficiente para justificar la expansión. Y el gobierno está recortando el gasto, recuerda Reich.
Las grandes corporaciones están sacando créditos nada más que para elevar los precios de las acciones y compensar a sus inversores.
Es una bomba extractora con la Fed en un extremo comprando bonos para mantener bajas las tasas de interés y los accionistas en el otro rastrillando las ganancias. “A ver si se entiende”, insiste Reich: el dinero fácil de la Reserva Federal no logra despegar la economía porque el resto del gobierno tira para atrás.
Las medidas de austeridad no sirven cuando hay millones de personas sin trabajo y como ya se sabe desde hace mucho, la economía del goteo hacia abajo es una estaba. Abajo no llega nunca nada.