Justo después de un cierre bursátil inexplicablemente positivo, se supo que los votos republicanos en el seno de la SEC –su presidente, Harvey Pitt, y dos miembros-, cumpliendo instrucciones de Washington, acababan de nombrar un policía como auditor de la profesión contable. En realidad, Pitt desempató entre dos a favor y dos en contra pero, de hecho, evitó que se votase sobre otros candidatos, mejor calificados.
“Necesitamos un policía duro. Webster puede ser el George Washington de esta junta”, proclamó eufórico Paul Atkins, miembro de la SEC y allegado a los grandes estudios contables. Para instalar a este jubilado de 78 años, los republicanos pasaron por encima de John Biggs (66), contador propuesto por Harvey Goldschmid, vocal demócrata de la comisión.
Biggs no es popular en la profesión, porque ha sugerido rotar los auditores externos y vedar a los estudios ser consultores de clientes auditados. Además, estima que las opciones accionarias deben asentarse como gastos cuando integran paquetes remuneratorios de ejecutivos. “El proceso de selección y votación ha sido inepto. Webster no tiene la menor idea del tema y cualquiera podrá manejarlo. Esta junta supervisora empieza mal”. Ése fue el comentario más oído en medios legislativos.
Justo después de un cierre bursátil inexplicablemente positivo, se supo que los votos republicanos en el seno de la SEC –su presidente, Harvey Pitt, y dos miembros-, cumpliendo instrucciones de Washington, acababan de nombrar un policía como auditor de la profesión contable. En realidad, Pitt desempató entre dos a favor y dos en contra pero, de hecho, evitó que se votase sobre otros candidatos, mejor calificados.
“Necesitamos un policía duro. Webster puede ser el George Washington de esta junta”, proclamó eufórico Paul Atkins, miembro de la SEC y allegado a los grandes estudios contables. Para instalar a este jubilado de 78 años, los republicanos pasaron por encima de John Biggs (66), contador propuesto por Harvey Goldschmid, vocal demócrata de la comisión.
Biggs no es popular en la profesión, porque ha sugerido rotar los auditores externos y vedar a los estudios ser consultores de clientes auditados. Además, estima que las opciones accionarias deben asentarse como gastos cuando integran paquetes remuneratorios de ejecutivos. “El proceso de selección y votación ha sido inepto. Webster no tiene la menor idea del tema y cualquiera podrá manejarlo. Esta junta supervisora empieza mal”. Ése fue el comentario más oído en medios legislativos.