<p>Por cierto, la industria parece camino de superar problemas y varios analistas pronostican un firme rebote de ventas en años venideros. Pero casi ningún ejecutivo se siente como para descorchar champagne. Esta es una de las curiosas conclusiones de una encuesta entre más de doscientos ejecutivos de las principales manufacturas de equipos terminados (MET) y proveedoras de componentes.<br />
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Por una parte, un grupo de expertos estima que las ventas de vehículos livianos subirán a más de 16.000.000 hacia 2015, contra 11.600.000 en 2010. Por la otra, anticipan proyecciones mucho más modestas en 2013 (13.500.000) y 14.500.000 en 2014.<br />
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Tanta cautela refleja incertidumbres sobre la economía en sí, la disponibilidad de financiamiento y la demanda. Existe otro motivo relevante: los ejecutivos opinan que la mayoría de empresas aún no han puesto completamente sus elencos gerenciales en orden.<br />
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Casi la mitad de la muestra afirma que las restructuraciones recientes no llegaron lo bastante lejos. Dos tercios de los replicantes creen que, como grupo, industriales y proveedores, ni siquiera alcanzan retorno pleno sobre capitales invertidos.<br />
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Si bien ha habido considerables mejoras en estrategia de producto y operaciones, queda mucho por hacer. En realidad, los tres investigadores temen que subsistan peligros de retroceder a los malos, viejos tiempos. De ahí que haya perspectivas potenciales –presume 30% del sondeo- de que alguna compañía sucumba en el próximo bienio. <br />
Empero, pese a esas preocupaciones, el panorama a corto plazo es notablemente positivo en cada una de las empresas donde actúan los consultados. Más de 80% espera que su firma aumente porción de mercado en los próximos tres años. Además, 30% de proveedores y 25% de MET prevén más de 15% de ingresos este año. Asimismo, 60% de proveedores contempla fusiones o adquisiciones. <br />
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La desconexión entre la “sensación térmica” automotriz y las perspectivas individuales de las empresas tiene una explicación. Ocurre que ambos subsectores vienen generando las mayores utilidades en años. En otro plano, desde iniciada la recesión en Occidente (2007), bancarrotas, restructuraciones y despidos han surtido su efecto vía menores costos operativos, balances saneados, gastos sociales más bajos, etc.<br />
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¿Se recobra la industria automotriz en EE.UU.?
Un sondeo sectorial, hecho en febrero, revela que los ejecutivos son optimistas sobre sus compañías, pero no lo son en cuanto a la actividad en general. Así señalan Scott Corwin, Brian Collie y Patrick Mulcahy, de la consultoría Booz & Company.