lunes, 23 de diciembre de 2024

Se prolonga la crisis del Deutsche Bank

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El Deutsche Bank está siendo vigilado con lupa desde el 16 de septiembre, cuando se supo que el Departamento de Justicia de Estados Unidos le exige una multa de US$ 14.000 millones por sus actividades relacionadas con las hipotecas basura.

A partir de ahí se desencadenó una crisis como no se veía en años. Las acciones se desplomaron cuando un puñado de grandes clientes, fondos de cobertura, limitaron su exposición al Deutsche Bank desoyendo las declaraciones de la institución, que insiste en que “las preocupaciones son infundadas”.

El Departamento de Justicia no es la única organización que vigila al DB. El FMI publicó un informe hace poco donde dice que el banco alemán significa, para el sistema financiero global, un peligro más grande que cualquier otro banco del mundo.

Lo que más preocupa en esta crisis es que la dimensión de la multa impuesta por los reguladores norteamericanos es tan grande que podría desestabilizar al banco. “No tiene beneficios ni prácticos ni políticos y podría tener consecuencias devastadoras”, dijo un analista en estos días.

Toda la semana pasada se especuló con la posibilidad de que el banco intente negociar una cifra inferior y, mientras tanto, las acciones del banco zigzaguearon en los mercados europeos. En efecto, el banco pone todas sus energías en lograr un acuerdo antes de las elecciones presidenciales del mes próximo en Estados Unidos. El peligro de semejante multa por el empaquetado de deuda con créditos hipotecarios insolventes provocó el desplome de las acciones a niveles récord y se necesita una rebaja en el castigo para restaurar la confianza en el mayor prestamista de Alemania.

Pero aunque finalmente se negocio la multa por un monto menor, algunos especulan que una de las razones para fijar una cifra tan alta es que el Deutsche es un banco europeo y no norteamericano.

El Deutsche sería el primer banco europeo en sellar con el Departamento de Justicia la disputa por las hipotecas insolventes. En la mira estarían también el Barclays, Credit Suisse, Royal Bank of Scotland y UBS.

Por su parte, el gobierno alemán envió a Washington un velado mensaje El portavoz del Ministerio de Finanzas dijo que el gobierno no se va a inmiscuir en un conflicto que afecta a terceros, pero sugirió que se espera de Estados Unidos un trato equilibrado, recordando que las autoridades americanas negocian también con otros bancos. “El Gobierno alemán da por sentado que se llegará a un acuerdo justo sobre la bases de un trato igualitario”, dijo.

 

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