viernes, 27 de diciembre de 2024

¿Se diluye la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos?

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Se dio vuelta la tendencia en el mercado inmobiliario durante el reciente verano en Estados Unidos. Hay más oferta, se vende menos y los precios ya no crecen con la rapidez que se observaba en meses anteriores.

En Manhattan (Nueva York) los precios promedio cayeron 13% en el tercer trimestre del año en comparación con el anterior. El tiempo que lleva vender una casa creció 30,4, también con respecto al trimestre anterior.

Fuera de Washington, en el condado de Fairfax, Virginia, el número de viviendas en el mercado en agosto creció casi 50% con respecto a agosto 2004. En Brookline, suburbio de Boston, donde muchas de las casas (tres dormitorios) cuestan más de US$ 1 millón, el inventario de casas en venta aumentó en las últimas semanas. Toda esta información proviene de inmobiliarias de las respectivas zonas.

También aumentó la oferta en todo el estado de California. En la zona de la bahía de San Francisco, la lista de inmuebles en venta creció 16% en el último año.

Las inmobiliarias dicen que las casas tardan más en venderse porque los vendedores fijan precios demasiado altos creyendo que la tendencia sigue siendo alcista. En otros casos, porque personas que de otro modo habrían vendido en un año o dos, han puesto sus viviendas a la venta ahora por temor a que luego los precios bajen.

La pregunta es si todo esto no representa más que un enfriamiento temporario de algunos mercados recalentados o si presagia una caída más pronunciada que pondría punto final a un apogeo que ya duró una década.

Algunos economistas y observadores vienen anunciando desde hace años la posibilidad de que la burbuja del mercado inmobiliario explote y caigan los precios. Pero las caídas siempre eran breves y los precios no tardaban en volver a subir. Pero ahora, con la suba de las tasas hipotecarias, el costo de la la gasolina por las nubes y el precio de las viviendas fuera del alcance de mucha gente, analistas y observadores comienzan a pensar que esta desaceleración podría ser diferente.

En Manhattan (Nueva York) los precios promedio cayeron 13% en el tercer trimestre del año en comparación con el anterior. El tiempo que lleva vender una casa creció 30,4, también con respecto al trimestre anterior.

Fuera de Washington, en el condado de Fairfax, Virginia, el número de viviendas en el mercado en agosto creció casi 50% con respecto a agosto 2004. En Brookline, suburbio de Boston, donde muchas de las casas (tres dormitorios) cuestan más de US$ 1 millón, el inventario de casas en venta aumentó en las últimas semanas. Toda esta información proviene de inmobiliarias de las respectivas zonas.

También aumentó la oferta en todo el estado de California. En la zona de la bahía de San Francisco, la lista de inmuebles en venta creció 16% en el último año.

Las inmobiliarias dicen que las casas tardan más en venderse porque los vendedores fijan precios demasiado altos creyendo que la tendencia sigue siendo alcista. En otros casos, porque personas que de otro modo habrían vendido en un año o dos, han puesto sus viviendas a la venta ahora por temor a que luego los precios bajen.

La pregunta es si todo esto no representa más que un enfriamiento temporario de algunos mercados recalentados o si presagia una caída más pronunciada que pondría punto final a un apogeo que ya duró una década.

Algunos economistas y observadores vienen anunciando desde hace años la posibilidad de que la burbuja del mercado inmobiliario explote y caigan los precios. Pero las caídas siempre eran breves y los precios no tardaban en volver a subir. Pero ahora, con la suba de las tasas hipotecarias, el costo de la la gasolina por las nubes y el precio de las viviendas fuera del alcance de mucha gente, analistas y observadores comienzan a pensar que esta desaceleración podría ser diferente.

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