Las últimas crisis económicas han provocado profundas diferencias entre las sociedades occidentales, que se vieron obligadas a redefinir viejas prácticas económicas y al mismo tiempo diseñar nuevas. Las relaciones entre la gente y el dinero no son la excepción en esta conmoción. Muchas formas de dinero aparecieron luego de la crisis. El Sardex es una de ellas.
El proyecto Sardex fue creado en Cerdeña en 2006 como una startup creada por un grupo de amigos de la infancia, todos graduados en artes y humanidades y con poca experiencia en actividades financieras. Todo ellos nacidos en el pablo de Serramanna situado en la región agrícola de Medio Camidano, una de las más pobres de Cerdeña y de toda Italia.
El grupo está integrado por Giuseppe Littera, Gabriele Littera, Carlo Mancuso Piero Sanna y Franco Contu, todos desempleados. La inspiración de crear una nueva moneda la tuvieron del Wir, una moneda alternativa creada en Suiza después de la crisis del 29.
La firma, pequeña aun en 2012, puso entonces en circulación un millón de Sardex. Cada Sardex vale un euro. Casi 800 participaban en ese año en el programa Sardex.
El objetivo del nuevo dinero era mejorar el comercio local atrapado entre problemas económicos locales, nacionales y globales. Giuseppe explica: “En el corazón de la crisis financiera había una contradicción: sus causas eran distantes pero sus efectos eran locales. “¿Qué tiene que ver el sistema económico de Cerdeña con el desmanejo de Wall Street o Londres? Las compañías de la isla todavía tenían la posibilidad de producir bienes y servicios y la gente de trabajar.
Para entender cómo funciona el Sardex hay que abandonar mucho de lo que uno sabe del dinero. No tiene billetes; ningún algoritmo genera monedas digitales. Funciona en cambio como un sistema de crédito mutuo en el cual una firma comienza en cero (cuando ofrece bien s o servicios a otras en la red), Se pueden endeudar hasta cierto límite que se determina por lo que tiene para ofrecer a las otras compañías participantes. Lo más interesante es que no hay interés sobre el Sardex. Funciona puramente como medio de cambio.
Para finales de 2010 , el sistema tenía un total de 237 miembros y un volumen de transacciones que apenas superaba los € 300.000. les costaba seguir adelante. Luego, en 2011 tuvieron la suerte de conseguir una firma de capital de riesgo de Milán interesada en invertir € 150.000.
Esa inversión fue la salvación.
Hoy unas 2.900 firmas están usando Sardez que, según sus fundadores, ha facilitado más de € 30 millones en transacciones este año y cerca de € 84 millones desde que comenzó. El equipo ahora está proponiendo un sistema mediante el cual el gobierno regional de la isla se una a la red.
