Los ataques contra la red exportadora del norte iraquí interrumpieron el flujo de crudos por la frontera turca, mientras ardían tramos del oleoducto que sale por el sudoeste de Kirkuk. Pero la novedad sólo elevó un tanto los precios de crudos nórdicos en Londres.
Estos días, los futuros petroleros sobre octubre volvían a recalentarse debido a incertidumbre sobre la suerte de Yukos y sus recursos financieros. En efecto, otro veredicto judicial refirma la congelación de cuentas bancarias, claves para solventar la continuación de operaciones. El gigante ruso aporta 2% de las exportaciones mundiales.
El aumento de precios -frenado el viernes- se debía también a que las existencias norteamericanas habían llegado, la semana anterior, al mínimo en cinco meses. “Pese a los vaivenes, no ha habido cambios relevantes en la estructura del mercado. Los datos sobre reservas en EE.UU. debieran frenar ventas especulativas”, señalaba Barclays Capital. “No parece todavía que los inventarios globales estén reconstruyéndose al ritmo necesario”.
La reacción bursátil neoyorquina desconcertaba a los analistas. Con crudos estables y una leve recreación de empleo registradas la última semana de agosto, el clima parecía sostenido. No obstante, hacía el cierre dos indicadores bajan poco (0,09% el Dow Jones industrial, 0,24% el S&P 500), pero el Nasdaq perdía más de 1,4%.
Los ataques contra la red exportadora del norte iraquí interrumpieron el flujo de crudos por la frontera turca, mientras ardían tramos del oleoducto que sale por el sudoeste de Kirkuk. Pero la novedad sólo elevó un tanto los precios de crudos nórdicos en Londres.
Estos días, los futuros petroleros sobre octubre volvían a recalentarse debido a incertidumbre sobre la suerte de Yukos y sus recursos financieros. En efecto, otro veredicto judicial refirma la congelación de cuentas bancarias, claves para solventar la continuación de operaciones. El gigante ruso aporta 2% de las exportaciones mundiales.
El aumento de precios -frenado el viernes- se debía también a que las existencias norteamericanas habían llegado, la semana anterior, al mínimo en cinco meses. “Pese a los vaivenes, no ha habido cambios relevantes en la estructura del mercado. Los datos sobre reservas en EE.UU. debieran frenar ventas especulativas”, señalaba Barclays Capital. “No parece todavía que los inventarios globales estén reconstruyéndose al ritmo necesario”.
La reacción bursátil neoyorquina desconcertaba a los analistas. Con crudos estables y una leve recreación de empleo registradas la última semana de agosto, el clima parecía sostenido. No obstante, hacía el cierre dos indicadores bajan poco (0,09% el Dow Jones industrial, 0,24% el S&P 500), pero el Nasdaq perdía más de 1,4%.