El ministro de Recursos Naturales señaló que las empresas deberán tener un mínimo de 51% en manos de ciudadanos rusos. Esto abarca hidrocarburos y minerales metalíferos. La nueva norma impediría a compañías como ExxonMobil o ChevronTexaco desarrollar nuevas exploraciones o explotaciones. También limitará la acción de TNK-BP (British Petroleum), un emprendimiento anglorruso (50-50%) pionero.
La veda es parte de una creciente tendencia del gobierno a recobrar control sobre áreas estratégicas de la economía y dejar a los extranjeros fuera de los segmentos más lucrativos. El anuncio se hizo a pocos días de que altos funcionarios sugirieran no permitir a la alemana Siemens comprar la firma rusa de ingeniería y maquinaria Power Machines.
Esta movida llega después de un largo período de altos precios petroleros que, a criterio de expertos dentro o fuera de Rusia, marcó el fin de dos décadas de excedentes. Por ende, el péndulo parece volver en favor de países con grandes reservas detectadas y potenciales.
La lista de concursos de 2005 para proyectos de gas y petróleo incluye Sajalin 3, un enorme yacimiento submarino sobre el extremo oriental de Siberia, que Exxon Mobil esperada desarrollar. También se licitarán áreas costeras (mares de Ojotsk y Bering, océano Ártico), cuyas reservas se estiman en 250 millones de toneladas. ChrevronTexaco, Total y TNK-SP están muy interesadas.
La veda abarca también los mayores depósitos áureos, que la londinense Fleming Family & Partners busca explotar, y minas cupríferas tras las cuales andan compañías chinas. De acuerdo con expertos, si las nuevas normas de aplicasen en el futuro a otros yacimientos petroleros, sería un fuerte golpe para BP. Esta empresa había pagado US$ 7.500 millones por la mitad de TNK-BP.
En realidad, Rusia se pliega a una postura bastante extendida, al menos en materia de hidrocarburos. Ya hay varios países que restringen al capital externo; entre ellos Saudiarabia, Omán, Qatar, Kuwait, Venezuela, México y Argelia. Otros, como Irán, Irak, Libia o la Unión de Emiratos Árabes, son menos estrictos. Curiosamente, mientras se sucedían las manifestaciones callejeras (Moscú, Petersburgo, Kazán, etc.) contra el autoritarismo de Putin, la oposición salió a apoyar las nuevas medidas.
El ministro de Recursos Naturales señaló que las empresas deberán tener un mínimo de 51% en manos de ciudadanos rusos. Esto abarca hidrocarburos y minerales metalíferos. La nueva norma impediría a compañías como ExxonMobil o ChevronTexaco desarrollar nuevas exploraciones o explotaciones. También limitará la acción de TNK-BP (British Petroleum), un emprendimiento anglorruso (50-50%) pionero.
La veda es parte de una creciente tendencia del gobierno a recobrar control sobre áreas estratégicas de la economía y dejar a los extranjeros fuera de los segmentos más lucrativos. El anuncio se hizo a pocos días de que altos funcionarios sugirieran no permitir a la alemana Siemens comprar la firma rusa de ingeniería y maquinaria Power Machines.
Esta movida llega después de un largo período de altos precios petroleros que, a criterio de expertos dentro o fuera de Rusia, marcó el fin de dos décadas de excedentes. Por ende, el péndulo parece volver en favor de países con grandes reservas detectadas y potenciales.
La lista de concursos de 2005 para proyectos de gas y petróleo incluye Sajalin 3, un enorme yacimiento submarino sobre el extremo oriental de Siberia, que Exxon Mobil esperada desarrollar. También se licitarán áreas costeras (mares de Ojotsk y Bering, océano Ártico), cuyas reservas se estiman en 250 millones de toneladas. ChrevronTexaco, Total y TNK-SP están muy interesadas.
La veda abarca también los mayores depósitos áureos, que la londinense Fleming Family & Partners busca explotar, y minas cupríferas tras las cuales andan compañías chinas. De acuerdo con expertos, si las nuevas normas de aplicasen en el futuro a otros yacimientos petroleros, sería un fuerte golpe para BP. Esta empresa había pagado US$ 7.500 millones por la mitad de TNK-BP.
En realidad, Rusia se pliega a una postura bastante extendida, al menos en materia de hidrocarburos. Ya hay varios países que restringen al capital externo; entre ellos Saudiarabia, Omán, Qatar, Kuwait, Venezuela, México y Argelia. Otros, como Irán, Irak, Libia o la Unión de Emiratos Árabes, son menos estrictos. Curiosamente, mientras se sucedían las manifestaciones callejeras (Moscú, Petersburgo, Kazán, etc.) contra el autoritarismo de Putin, la oposición salió a apoyar las nuevas medidas.