Por Maximiliano Donzelli (*)
A su vez, varios bancos de inversión estadounidenses han comenzado a advertir que existe una oportunidad, cada vez más realista, de que la economía norteamericana esté cerca de entrar en un período recesivo.
Las empresas energéticas venían teniendo un gran año. En la primera mitad de un año malo para la mayoría de los índices bursátiles, lo cierto es, que existe un grupo de compañías que ha tomado el camino opuesto a la mayoría de los mercados y que, en estos momentos, registra subas superiores al 24,5% en lo que va del semestre.
Durante 2022, la contundente suba de los precios del combustible a nivel mundial causada por el inicio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, fue uno de los principales factores que han generado preocupación en los mercados. Principalmente, porque terminó impulsando a la inflación aún más en las economías de todo el mundo.
No obstante, a pesar de que la mayoría de los activos financieros se hayan resentido por esto, tras el inicio de una política monetaria más restrictiva por parte de la Reserva Federal con el fin de contener la inflación, las empresas petroleras han sido las más beneficiadas y su desempeño fue en contrapartida con el resto de las acciones.
Sin embargo, a pesar de que las compañías energéticas hayan brillado en el primer semestre, desde el equipo de Research de IOL invertironline, creemos que existen varios motivos para empezar a desarmar posición en este sector y tomar ganancia.
¿Qué factores justifican una caída en el precio del crudo? Uno de los principales argumentos detrás de esta idea, tiene que ver con las últimas decisiones tomadas por la Reserva Federal de Estados Unidos que, además de aplicar varios aumentos de la tasa de interés desde que comenzó el año, también ha recortado las previsiones de crecimiento para 2022.
A esto, se le sumó que varias entidades financieras y analistas han advertido que hay más probabilidades de que la economía sufra una contracción. Lo que ha provocado algunas dudas sobre la posibilidad que los precios de los commodities se sostengan en estos niveles elevados.
En este contexto, cabe hacerse la pregunta si el escenario planteado no representa una oportunidad para cerrar las posiciones que mantenga cada inversor en el sector petrolero. De hecho, hay que tener presente que, en el año, las cotizaciones de las acciones de empresas energéticas aumentaron un 29% en dólares comparada con la caída del índice S&P 500 del 20% en el mismo periodo.
Sobre este punto central, es importante destacar que, en los años de desaceleración económica de Estados Unidos se han visto importantes correcciones en el precio del barril de petróleo.
Durante los últimos 20 años, la baja del precio no responde solo al crecimiento económico como único factor, pero si, el hecho de que ocurra una caída del nivel actividad tiene como consecuencia una corrección en su valor.
Esto fue algo que ocurrió durante la crisis punto com en 2001, como también durante la crisis subprime 2008 e inclusive durante el pico de la pandemia por COVID, en marzo de 2020.
La fortaleza del dólar a nivel global también debería afectar al petróleo. Otro factor que también debemos sumar al análisis es el comportamiento de los commodities en un contexto de fortalecimiento del dólar multilateral. Actualmente, el índice DXY, que replica la performance del dólar ante una cartera dada conformada por otras monedas duras se encuentra cotizando en valores máximos que no alcanzaba desde 2002.
Por supuesto que esto responde a una política monetaria más agresiva por parte de la Fed, la cual ha incrementado la tasa en lo que va del año en 150 puntos básicos y generó el fortalecimiento de la moneda estadounidense.
Históricamente, cada período de fortalecimiento del dólar trae aparejado una disminución en los precios del petróleo. Sin embargo, durante 2022 ocurrió un fenómeno particular. La mayor demanda de petróleo impulsada principalmente por el conflicto que se desató a finales del mes de febrero entre Ucrania y Rusia, generó que, durante varios meses, a pesar de la acelerada suba que experimentó el dólar, esta fuera acompañada también por un rally del petróleo.
Teniendo en cuenta que la Fed tiene pensado seguir subiendo la tasa en lo que resta del año, y la histórica relación inversa que existe entre el dólar y el petróleo, sería lógico que, más temprano que tarde, veamos una caída en el precio del hidrocarburo.
¿Qué podría sostener al petróleo en niveles altos? A pesar de los factores enumerados previamente, existen algunos elementos que podrían llegar a generar que el precio del barril del petróleo se mantenga alcista. En primera instancia tenemos el factor de China, una economía que se encuentra en la fase opuesta del ciclo económico y que recientemente ha informado positivos datos en cuanto a producción manufacturera.
Por otro lado, la Unión Europea como respuesta a la invasión de Rusia a su vecino país Ucrania, le ha impuesto una serie de sanciones dentro de las cuales destaca la prohibición de todas las importaciones de petróleo por vía marítima.
Por supuesto que esto podría generar un impacto a medida que entramos en una etapa del año donde finaliza el clima cálido en el hemisferio norte y se comenzará a demandar más energía. Sin embargo, esto que podría ser un factor que genere presiones alcistas sobre el petróleo, dependerá de la extensión de las sanciones, ya que la mayoría de ellas tienen una extensión hasta diciembre de 2022.
¿Qué hacer con las acciones de empresas petroleras? Existe una gran correlación entre la cotización de las acciones de las compañías con el precio del petróleo, sobre todo, si nos enfocamos en las dos grandes petroleras de Estados Unidos, Exxon (XOM) y Chevron (CVX). Adicionalmente, es clara la dispersión que presenta el rendimiento del sector en comparación con el mercado.
En un año donde el S&P alcanza un rendimiento negativo superior al 20%, el petróleo WTI refleja una suba superior al 39%, y las compañías petroleras presentan una performance que va desde el 20% hasta el 30%.
Por último, observamos que esta situación también se repite entre las acciones de compañías que, si bien se encuentran relacionadas con la producción energética, su negocio no es estrictamente el de extracción y procesamiento de petróleo.
Este grupo de análisis lo componen empresas como Tenaris (TS), Halliburton (HAL) o Schlumberger (SLB). En este caso, lo que se observa también las acciones de estas compañías tienden a moverse en la misma sintonía que lo hace el WTI, la correlación con este, y como era de esperarse, es inferior al de las petroleras propiamente dichas.
Más allá del escenario actual que llevó a un boom del precio del petróleo y de los commodities en general, entendemos que, un contexto distinto, configurado por tasas de interés más altas, desaceleración económica y fortalecimiento del dólar generaría un entorno hostil para que el petróleo mantenga su tendencia alcista. Por ello, sugerimos bajar exposición o cerrar posiciones en el sector energético principalmente norteamericano. Para aquellos que poseen CEDEARS de Exxon Mobil (XOM), Chevron (CVX) o el ETF del sector energético, el XLE, se sugiere tomar ganancia parcial o totalmente a fin de estar líquidos para futuras oportunidades en el sector o en otros sectores.
(*) Head of Research en IOL invertironline