Con dos votos en disidencia, el grupo dispuso una baja de 0,25 puntos en las tasas referenciales, por la cual el tipo básico pasa de 2,25% a 2 anual y el redescuento de 3,25 a 3%. Poco, en comparación con los 3,25 puntos de reducción en seis meses, partiendo de 5,25/6,35%. Estos recortes inclusive tomaron menos tiempos que los operados tras el desinfle de la burbuja puntocom (2001/2).
El comité señaló que la actividad real sigue débil, bajan los gastos de empresas y familias, la situación laboral se precariza, los mercados financiero y bursátil “siguen presionados” (pese al rapto eufórico de esta semana). La Reserva Federal espera ulterior iliquidez y problemas inmobiliarios en los próximos trimestres.
A diferencia del comunicado anterior (18 de marzo), el de ahora alberga dudas sobre hasta qué punto los mayores costos de energía, combustibles y alimentos afectarán las expectativas inflacionarias. Aun anticipando alzas más moderadas de esos rubros, debido en parte a menor demanda laboral y, por ende, menores ingresos de bolsillo.
En marzo, el comité sostuvo que se mantenían ciertos riesgos de fondo. Ahora, no los menciona, pero tampoco promete “acciones específicas”, por lo cual el mercado cree que habrá una pausa en las rebajas de tasas, lo cual hizo sobrerreaccionar a Wall Street. Pero el contexto no es simple y, como se sabe, muchas cosas pueden suceder en dos semanas; entre ellas, otrro empeoramiento de la economía.
Buena parte de la euforia especulativa se originaba en el estimado inicial sobre producto bruto interno en el primer trimestre, proporcionado por el departamento federal de comercio. Según esta fuente, el PBI creció a apenas 0,6% anual. No parece atinado fundar una burbuja bursátil en una cifra tan exigua. Máxime si, excluyendo acumulación de existencias, el PBI realmente se contrajo 0,2%.
Con dos votos en disidencia, el grupo dispuso una baja de 0,25 puntos en las tasas referenciales, por la cual el tipo básico pasa de 2,25% a 2 anual y el redescuento de 3,25 a 3%. Poco, en comparación con los 3,25 puntos de reducción en seis meses, partiendo de 5,25/6,35%. Estos recortes inclusive tomaron menos tiempos que los operados tras el desinfle de la burbuja puntocom (2001/2).
El comité señaló que la actividad real sigue débil, bajan los gastos de empresas y familias, la situación laboral se precariza, los mercados financiero y bursátil “siguen presionados” (pese al rapto eufórico de esta semana). La Reserva Federal espera ulterior iliquidez y problemas inmobiliarios en los próximos trimestres.
A diferencia del comunicado anterior (18 de marzo), el de ahora alberga dudas sobre hasta qué punto los mayores costos de energía, combustibles y alimentos afectarán las expectativas inflacionarias. Aun anticipando alzas más moderadas de esos rubros, debido en parte a menor demanda laboral y, por ende, menores ingresos de bolsillo.
En marzo, el comité sostuvo que se mantenían ciertos riesgos de fondo. Ahora, no los menciona, pero tampoco promete “acciones específicas”, por lo cual el mercado cree que habrá una pausa en las rebajas de tasas, lo cual hizo sobrerreaccionar a Wall Street. Pero el contexto no es simple y, como se sabe, muchas cosas pueden suceder en dos semanas; entre ellas, otrro empeoramiento de la economía.
Buena parte de la euforia especulativa se originaba en el estimado inicial sobre producto bruto interno en el primer trimestre, proporcionado por el departamento federal de comercio. Según esta fuente, el PBI creció a apenas 0,6% anual. No parece atinado fundar una burbuja bursátil en una cifra tan exigua. Máxime si, excluyendo acumulación de existencias, el PBI realmente se contrajo 0,2%.