Ls ex eminencia gris de Alan Greenpan -hasta ahora, jefe de asesores económicos de George W.Bush- explicaba, ante el comité senatorial de Banca, las ventajas de adoptar metas inflacionarias explícitas a largo plazo en materia de política monetaria, resorte del SRF. Pese a su estrecha relación Greenspan nunca estuvo de acuerdo con el método.
A criterio de Bernanke, el sistema tiende a sortear la volatilidad, típica de los tipos de interés a corto plazo. “El régimen por metasespecíficas –sostuvo- opera a mediado o largo término. Por ejemplo, puede centrarse en la inflación nuclear, para eludir fluctuaciones en precios de combustibles y alimentos”. Como subrayaron varios legisladores, ese parámetro no es aceptado por muchos economistas, pues nunca refleja la realidad.
En ese punto, el funcionario recalcó que su preocupación fundamental no se cifraría en alzas circunstanciales de inflación (en precios al consumidor), sobre un nivel normal o en guariamos superiores los deseable en largo plazo. “Más bien, trataría de desengachar expectivas a uno o dos años, respecto de determina situación actual”.
Sea como fuere, “tornar explícito un rango de inflación deseable a largo plazo no modificaría la dinámica al presente. Sólo sería un intento de elevar el grado de confiaza en los instrumentos de política monetaria y dar ciertas seguridades a los mercados sobre los objetivos generales del SRF”.
Ls ex eminencia gris de Alan Greenpan -hasta ahora, jefe de asesores económicos de George W.Bush- explicaba, ante el comité senatorial de Banca, las ventajas de adoptar metas inflacionarias explícitas a largo plazo en materia de política monetaria, resorte del SRF. Pese a su estrecha relación Greenspan nunca estuvo de acuerdo con el método.
A criterio de Bernanke, el sistema tiende a sortear la volatilidad, típica de los tipos de interés a corto plazo. “El régimen por metasespecíficas –sostuvo- opera a mediado o largo término. Por ejemplo, puede centrarse en la inflación nuclear, para eludir fluctuaciones en precios de combustibles y alimentos”. Como subrayaron varios legisladores, ese parámetro no es aceptado por muchos economistas, pues nunca refleja la realidad.
En ese punto, el funcionario recalcó que su preocupación fundamental no se cifraría en alzas circunstanciales de inflación (en precios al consumidor), sobre un nivel normal o en guariamos superiores los deseable en largo plazo. “Más bien, trataría de desengachar expectivas a uno o dos años, respecto de determina situación actual”.
Sea como fuere, “tornar explícito un rango de inflación deseable a largo plazo no modificaría la dinámica al presente. Sólo sería un intento de elevar el grado de confiaza en los instrumentos de política monetaria y dar ciertas seguridades a los mercados sobre los objetivos generales del SRF”.