<p>“Dios los ayude”, afirmó Víktor Jryekov, del departamento para administración de activos rusos. El funcionario replicaba así amenazas de la Fédération Internationale des Bonistes Russes (FIBR), una asociación de fondos buitres sita en París. La entidad pretende recobrar al menos los intereses compuestos sobre parte de deudas que datan de 95 años a más de un siglo.</p>
<p>“Tenemos amplia experiencia en defender activos en el exterior. Rusia y Francia –señala Jryejov- hemos arreglado ese litigio hace largo tiempo. Si estos buitres quieren accionar, deberán hacerlo ante París. Si insisten en demandarnos, que lo hagan y verán”.<br />
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Este lío tiene un costado inmobiliario y otro religioso. Todo salió a luz cuando hacienda reveló que Rusia había comprado el edificio Météo France, cerca de la torre Eiffel, por una suma no declarada. La propiedad es una de las tantas remanentes, en su momento –hasta 1917-, abonadas con bonos de la casa Rómanov.<br />
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Por esa época, París era plaza clave para papeles imperiales rusos, otomanos y balcánicos en general. Primero a la Unión Soviética, luego a Rusia, los tenedores de esos títulos no dejaron de reclamarles ante tribunales franceses, suizos, etc. En 1996, hubo un “arreglo final” por US$ 400 millones sobre obligaciones de 1915 a 1945.<br />
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En aquel momento, algunos acreedores aceptaron 50% por bono. Otros se abstuvieron creando involuntariamente un procedente aprovechado en 2001/4 por Argentina. Creyéndoles a los gestores de buitres y sus abogados, esos bonistas pedían hasta US$ 14.000 por cada uno de esos títulos, artísticamente dibujados.<br />
“El estado ruso adeuda al pueblo francés mucho dinero y eso no prescribe, aun para acreencias superiores a los cien años”, afirma Eric Sanitas, un lírico que preside FIBR, y que afirma que hay unos diez millones de bonos Rómanov en manos francesas. <br />
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Por si las moscas, Moscú proyecta edificar en 2011 una catedral de rito bizantino, como el Kremlin, en el lugar de la propiedad adquirida en París. Incluirá un centro cultural y, probablemente, los bonistas no puedan expropiarla. “Muchos ingenuos con fe en la FIBR se parecen –reflexiona Jryekov- a esos viejos nostálgicos que guardaban enormes billetes de 100.000 rublos o 50 millones de reichsmarks, hechos polvo por la hiperinflación de 1922 a 1930”.</p>
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Reclamo de bonistas franceses por títulos imperiales rusos
El gobierno de Moscú desafía a fondos buitres, presuntos propietarios de bonos por US$ 140.000 millones. Son títulos emitidos hasta 1915 por el gobierno del zar Nicolás II en SanPetersburgo, hoy en poder de inversores franceses.