jueves, 21 de noviembre de 2024

Real dimensión del impacto económico por la pandemia

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Los gobiernos luchan por evitar una muy grave recesión en la actual emergencia

Los efectos devastadores del coronavirus sobre la sociedad, sobre el estilo de vida de la gente, sobre la salud, la educación y las instituciones, eran impensable hace apenas unos pocos días.

Lo que está ocurriendo es algo que va más allá del tremendo impacto sobre la salud. Algo que ni siquiera será comparable con la crisis financiera de 2008-2009, o “La Gran Depresión”, como también se la llamó.

Los bancos centrales de los principales países fueron los primeros en reaccionar. Ahora resta ver si los gobiernos están a la altura de tan excepcionales circunstancias.

La cuestión central –y la inicial- es cuán profunda y duradera será la crisis en el campo de la salud. Una alternativa es que al cerrar las fronteras y la movilidad interna dentro de cada país, se reduzca el nivel y el ritmo de contagio e infecciones.

La otra posibilidad es el llamado “efecto manada”, donde se deja que se propague el virus para –supuestamente- luego reducir sus efectos. Se calcula que esta teoría puede terminar con un 80% de la población mundial infectada. De modo que lo mejor es olvidarla. Si la tasa de mortandad es de 1%, ello implicaría 60 millones de muertes.

Si la crisis dura lo que muchos científicos sospechan, recién en 2021 se volvería a la situación en que estábamos en los primeros días del año. Pero las huellas de la pandemia serán prolongadas.

Ese será el momento de enfrentar las consecuencias. La crisis actual implica un marcado descenso en la producción de bienes y servicios. Partes y suministros esenciales faltaron en el momento oportuno, quebrando las cadenas de producción. Habrá empresas importantes quebradas, o a punto de estarlo. En especial en el sector de entretenimiento y de viajes.

Durante el primer semestre del año próximo habrá –otra vez- un marcado descenso en el PBI de casi todos los países. Las reservas de efectivo de mucha gente se habrán agotado, consumido. El sector privado productivo estará muy endeudado y habrá muchas quiebras.

Resurgirán dudas sobre el aguante y la capacidad de resistir del sector financiero de la economía. La demanda será débil.

En suma, el riesgo de colapso en la actividad económica irá más allá todavía del impacto directo por la emergencia en el campo de la salud. Los sistemas estatales de seguridad social, colapsarán o serán ineficientes. Todo dependerá de por cuánto tiempo se prolongue la incidencia del coronavirus. Cuanto más extenso, más grave impacto económico en progresión geométrica.

 

 

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