<p>Lisa y llanamente, Henry Paulson, o sea George W. Bush les regalan US$ 200.000 millones a Fannie Mae y Freddie Mac. Un grupo de analistas serios sostiene que lo de Paulson (hombre de Goldman Sachs, cabe recordar) es apenas una paliativo temporario. Poco tardarán las dos hipotecarias paraestatales “nacionalizadas” en deglutir esa suma y con ella la endeble euforia bursátil.</p>
<p>Los observadores sensatos no se explican por qué Paulson y James Lockhart (agencia federal de vivienda, FHA en inglés) se fotografiaron con anchas sonrisas, gesto que eludió Benjamin Bernanke, jefe de la Reserva Federal. Por supuesto, el desorientado candidato presidencial republicano, John McCain, se sumó a los aplausos de Bush. Lo curioso es que su rival demócrata, Barack Obama, apoyara con algunas reservas la opción “intervencionista”.</p>
<p>Un grupo de expertos ajenos a Wall Street teme que el rescate marque un avance hacia el sistema japonés, que llevó al colapso inmobiliario y bancario de 1990. Esa burbuja, inflada durante los años 80, derivó en una depresión económica general que recién desde en 2006. Pero, a diferencia de este caso –la inflación era nula-, Estados Unidos sufre una estanflación que se contagia a Europa occidental. Además, la masa de hipotecas y garantías en poder de Fannie y Freddie no tiene precedentes nominales: US$ 5,3 billones. Pero lo tiene el rescate en sí.</p>
<p>Al asumir el control total de ambas compañías, el gobierno norteamericano adopta un papel mucho más peligroso en relación con la doble crisis occidental (inmobiliaria, financiera). “Nacionalizar el crédito hipotecario suena a blasfemia ideológica en EE.UU.”, señala el economista francotunecino Jacques Attali. Más flexible, la UE estudia ya una idea de Giulio Tremonti: armar un fondo soberano con aportes estatales, según el modelo desarrollado por los emiratos del Golfo.</p>
<p>Analistas franceses y alemanes creen que el instrumento ya existe y se llama Banco Europeo de Inversiones (BEI). Esta criatura del tratado de Roma (1957, génesis de la actual Unión Europea) es mucho más antigua que el Banco Central Europeo. Ello la pone a salvo del ingeniero Jean-Claude Trichet y sus veleidades ultramonetaristas. Por otro lado, reúne a los veintisiete miembros de la UE, no sólo a los quince que representa el BCE, aunque eso quizá sea un arma de doble filo.</p>
Reacciones ambivalentes a la nacionalización de Fannie y Freddie
Mientras la Eurozona baraja un fondo multilateral para rescates, EE.UU. olvida el libre mercado en aras de especuladores inmobiliarios. Es el tercer salvataje con dinero público desde diciembre y eso explica las reacciones contradictorias.