jueves, 26 de diciembre de 2024

Precios mayoristas y ventas minoristas caen al unísono

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El índice mayorista sufrió el peor retroceso mensual de su historia. Sumando la baja de ventas minoristas, se generan expectativas regresivas que, extrañamente, alegran a Wall Street. Ambas cifras debieran frenar inquietudes inflacionarias.

El 1,6% de descenso en precios mayoristas durante octubre sigue a uno de 1,3% registrado en septiembre, lo cual presupone un acumulado de 2,92% en un bimestre, magnitud desmedida, en particular si el producto bruto interno está subiendo a menos de 3% anual. Todo ello según estadísticas del departamento federal de Trabajo.

En cuanto a ventas minoristas y de acuerdo con la misma fuente, cedieron 0,2% en octubre, tras haber sido revisadas a la baja en septiembre. Obviamente, este tipo de números debiera hacer que la Reserva Federal aflojase en su obsesión inflacionaria.

Los bonos de Tesorería subieron, pues los operadores presumen que los datos de arriba trasuntan un debilitamiento en la conducta compradora del público, a días de comenzar la temporada de fiestas. Hasta ahora, los consumidores eran los únicos que impulsaban el crecimiento económico, dado que la burbuja inmobiliaria sigue perdiendo aire.

Mientras las acciones vacilaban, subían las probabilidades de que la RF modificase su política de tasas básicas en la reunión de diciembre. A criterio de varios analistas, por cierto, el ritmo de expansión cede y no hay señales de que una reactivación del consumo cambie las cosas. Eso presume, por ejemplo, Wal-Mart.

Como si eso no bastara, un informe del departamento de Comercio revela que los inventarios aumentaron en septiembre. Yendo más lejos que Trabajo, la repartición sostiene que “las ventas marcan su mayor declinación en más de un decenio”. El valor de bienes sin colocar se elevó 0,4% en septiembre, tras bajar 0,6% en agosto. Los costos de energía y combustibles cedieron 5% y los de camiones livianos cayeron un récord de 9,7%. En cuanto al PBI, Lehman Brothers ha reducido de 3,2 a 2,8% anual la proyección de incremento para este trimestre.

El 1,6% de descenso en precios mayoristas durante octubre sigue a uno de 1,3% registrado en septiembre, lo cual presupone un acumulado de 2,92% en un bimestre, magnitud desmedida, en particular si el producto bruto interno está subiendo a menos de 3% anual. Todo ello según estadísticas del departamento federal de Trabajo.

En cuanto a ventas minoristas y de acuerdo con la misma fuente, cedieron 0,2% en octubre, tras haber sido revisadas a la baja en septiembre. Obviamente, este tipo de números debiera hacer que la Reserva Federal aflojase en su obsesión inflacionaria.

Los bonos de Tesorería subieron, pues los operadores presumen que los datos de arriba trasuntan un debilitamiento en la conducta compradora del público, a días de comenzar la temporada de fiestas. Hasta ahora, los consumidores eran los únicos que impulsaban el crecimiento económico, dado que la burbuja inmobiliaria sigue perdiendo aire.

Mientras las acciones vacilaban, subían las probabilidades de que la RF modificase su política de tasas básicas en la reunión de diciembre. A criterio de varios analistas, por cierto, el ritmo de expansión cede y no hay señales de que una reactivación del consumo cambie las cosas. Eso presume, por ejemplo, Wal-Mart.

Como si eso no bastara, un informe del departamento de Comercio revela que los inventarios aumentaron en septiembre. Yendo más lejos que Trabajo, la repartición sostiene que “las ventas marcan su mayor declinación en más de un decenio”. El valor de bienes sin colocar se elevó 0,4% en septiembre, tras bajar 0,6% en agosto. Los costos de energía y combustibles cedieron 5% y los de camiones livianos cayeron un récord de 9,7%. En cuanto al PBI, Lehman Brothers ha reducido de 3,2 a 2,8% anual la proyección de incremento para este trimestre.

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