Dicho de otro, las aprensiones del presidente de la Reserva Federal sobre “moderados riesgos inflacionarios” tenían más fundamento que el optimismo de Wall Street y el espinel financiero internacionales. Máxime al conocerse un indicado menos formal, según el cual los consumidores ven con cierta inquietud las perspectivas del semestre.
En ese clima, la semana cerraba con retroceso de bonos federales, o sea alza de tasas medianas y largas, con cierto repliegue en paneles bursátiles. Ahora, el mercado está seguro de que el comité monetario de la RF continuará elevando en 25 puntos básicos las tasas referenciales. Por ende, la próxima reunión la llevará de 2,5 a 2,75% anual.
En términos generales, el índice mayorista general (el departamento de Comercio lo llama con un anacronismo: “precios al productor”, aunque excluya alimentos) ascendía pese a dos factores opuestos. Es decir, los combustibles (bajaron 1% en enero) y los alimentos (cedieron 0,2%). Pero ambos no se extrapolan en este indicador.
Wall Street, por cierto, apostaba a un alza de apenas 0,2% en el índice general y ese 0,8% la dejo fría. Ahora, la estadística acumula 2,7% en los últimos doce meses. Aunque los indicadores del piso casi no se movían, los crudos tejanos rebotaban de US$ 47,8 a 48.50 el barril, lo cual acentuaba las perspectivas inflacionarias.
Dicho de otro, las aprensiones del presidente de la Reserva Federal sobre “moderados riesgos inflacionarios” tenían más fundamento que el optimismo de Wall Street y el espinel financiero internacionales. Máxime al conocerse un indicado menos formal, según el cual los consumidores ven con cierta inquietud las perspectivas del semestre.
En ese clima, la semana cerraba con retroceso de bonos federales, o sea alza de tasas medianas y largas, con cierto repliegue en paneles bursátiles. Ahora, el mercado está seguro de que el comité monetario de la RF continuará elevando en 25 puntos básicos las tasas referenciales. Por ende, la próxima reunión la llevará de 2,5 a 2,75% anual.
En términos generales, el índice mayorista general (el departamento de Comercio lo llama con un anacronismo: “precios al productor”, aunque excluya alimentos) ascendía pese a dos factores opuestos. Es decir, los combustibles (bajaron 1% en enero) y los alimentos (cedieron 0,2%). Pero ambos no se extrapolan en este indicador.
Wall Street, por cierto, apostaba a un alza de apenas 0,2% en el índice general y ese 0,8% la dejo fría. Ahora, la estadística acumula 2,7% en los últimos doce meses. Aunque los indicadores del piso casi no se movían, los crudos tejanos rebotaban de US$ 47,8 a 48.50 el barril, lo cual acentuaba las perspectivas inflacionarias.