El mercado internacional de petróleo cayó 17% en las bolsas asiáticas a US$ 15,98 el barril, el nivel más bajo desde mediados de 1999. Pero en Europa los precios se estabilizaron durante la jornada y se recuperaron a alrededor de US$ 19 el barril. Eso todavía sigue dejando los precios 30% abajo esta semana.
Los parates y las restricciones a los viajes en las principales economías tendientes a contener el virus han provocado la caída hasta 30% en la demanda de crudo. Las refinerías interrumpieron las entregas y los comercializadores quedaron sin espacio suficiente de almacenaje.
La declinación del Brent le sigue al desplome del marcador norteamericano, el West Texas Intermediate, que al iniciarse la semana cayó a terreno negativo por primera vez y los productores se vieron obligados a pagarle a los compradores para que le saquen el petróleo de las manos antes de que expiren los contratos a futuro.
Esta saturación de la oferta global resulta de que los niveles de producción siguen altos aunque el virus está destruyendo la demanda. Una reducción de casi 10% en la oferta global por parte de la OPEP y sus aliados comenzará a tener efecto el próximo mes, pero los comercializadores temen que no sea suficiente para compensar el colapso del consumo, que según algunas estimaciones cayó 30%.