Por cierto, hay señales de todos los colores. No mucho tiempo atrás, el cartel de los jeques mencionaba US$ 35- 38 el barril WTO como piso razonable. Años antes, aceptaba US$ 25. Hoy, algunos operadores a término, piensan en US$ 40-42. Entretanto, diversas medidas adoptadas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) apuntaban a la gama US$ 35-38. Pero el martes, Saudiarabia invocó un “arreglo interno” para reducir producción y eso empujó los crudos livianos de US$ 42,20 a 44 (+4,3%) en horas.
En realidad, hace algunas semanas, la Opep había hecho un pacto, porque el petróleo amenazaba con quedar debajo de los US$ 40 el barril WTO o 38 el Brent nórdico. Al parecer, el “piso de intervención” está en US$ 40, no más. “Para neutralizar la depreciación del dólar, el mínimo aceptable está más cerca de US$ 42 que de otros niveles”, observaba un periódico de Jedda controlado por el régimen saudí.
Pero otros miembros de la Opep creen que, para hacer frente a ese dólar barato y solventar costos (exploración, explotación, transporte), basta mantener el WTO entre US$ 35 y 38. Desde otro ángulo, bastante elástico, el equilibrio entre oferta y demanda –afirman empresas como Shell Transport & Trading, ex Royal Dutch-Shell-, oscila alrededor de US$ 35-40.
Existe, eso sí, virtual unanimidad en que durante el año no se registrarán niveles por encima de US$ 50 el barril, que es como prometer un euro a “apenas” US$ 1,32. También la hay en cuanto a que no se verán en años precios inferiores a US$ 30-32. Salvo imprevistos, algo por desgracia nada raro en Levante. Sin incursionar en futurologías, el mercado a término de Nueva York espera valores en general superiores a US$ 40 este bimestre.
Por cierto, hay señales de todos los colores. No mucho tiempo atrás, el cartel de los jeques mencionaba US$ 35- 38 el barril WTO como piso razonable. Años antes, aceptaba US$ 25. Hoy, algunos operadores a término, piensan en US$ 40-42. Entretanto, diversas medidas adoptadas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) apuntaban a la gama US$ 35-38. Pero el martes, Saudiarabia invocó un “arreglo interno” para reducir producción y eso empujó los crudos livianos de US$ 42,20 a 44 (+4,3%) en horas.
En realidad, hace algunas semanas, la Opep había hecho un pacto, porque el petróleo amenazaba con quedar debajo de los US$ 40 el barril WTO o 38 el Brent nórdico. Al parecer, el “piso de intervención” está en US$ 40, no más. “Para neutralizar la depreciación del dólar, el mínimo aceptable está más cerca de US$ 42 que de otros niveles”, observaba un periódico de Jedda controlado por el régimen saudí.
Pero otros miembros de la Opep creen que, para hacer frente a ese dólar barato y solventar costos (exploración, explotación, transporte), basta mantener el WTO entre US$ 35 y 38. Desde otro ángulo, bastante elástico, el equilibrio entre oferta y demanda –afirman empresas como Shell Transport & Trading, ex Royal Dutch-Shell-, oscila alrededor de US$ 35-40.
Existe, eso sí, virtual unanimidad en que durante el año no se registrarán niveles por encima de US$ 50 el barril, que es como prometer un euro a “apenas” US$ 1,32. También la hay en cuanto a que no se verán en años precios inferiores a US$ 30-32. Salvo imprevistos, algo por desgracia nada raro en Levante. Sin incursionar en futurologías, el mercado a término de Nueva York espera valores en general superiores a US$ 40 este bimestre.