Petróleo: Leve baja, en un clima bastante confuso

Tras ceder hasta 2,2%, ayer el crudos texano liviano recortó el descenso a 1,14% (quedó en US$ 43,50 el barril). Amén de enfriar el rebote en Wall Street, los vaivenes generaban inquietud en otros mercados.

Por cierto, hay señales de todos los colores. No mucho tiempo atrás, el cartel de los jeques mencionaba US$ 35- 38 el barril WTO como piso razonable. Años antes, aceptaba US$ 25. Hoy, algunos operadores a término, piensan en US$ 40-42. Entretanto, diversas medidas adoptadas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) apuntaban a la gama US$ 35-38. Pero el martes, Saudiarabia invocó un “arreglo interno” para reducir producción y eso empujó los crudos livianos de US$ 42,20 a 44 (+4,3%) en horas.

En realidad, hace algunas semanas, la Opep había hecho un pacto, porque el petróleo amenazaba con quedar debajo de los US$ 40 el barril WTO o 38 el Brent nórdico. Al parecer, el “piso de intervención” está en US$ 40, no más. “Para neutralizar la depreciación del dólar, el mínimo aceptable está más cerca de US$ 42 que de otros niveles”, observaba un periódico de Jedda controlado por el régimen saudí.

Pero otros miembros de la Opep creen que, para hacer frente a ese dólar barato y solventar costos (exploración, explotación, transporte), basta mantener el WTO entre US$ 35 y 38. Desde otro ángulo, bastante elástico, el equilibrio entre oferta y demanda –afirman empresas como Shell Transport & Trading, ex Royal Dutch-Shell-, oscila alrededor de US$ 35-40.

Existe, eso sí, virtual unanimidad en que durante el año no se registrarán niveles por encima de US$ 50 el barril, que es como prometer un euro a “apenas” US$ 1,32. También la hay en cuanto a que no se verán en años precios inferiores a US$ 30-32. Salvo imprevistos, algo por desgracia nada raro en Levante. Sin incursionar en futurologías, el mercado a término de Nueva York espera valores en general superiores a US$ 40 este bimestre.

Por cierto, hay señales de todos los colores. No mucho tiempo atrás, el cartel de los jeques mencionaba US$ 35- 38 el barril WTO como piso razonable. Años antes, aceptaba US$ 25. Hoy, algunos operadores a término, piensan en US$ 40-42. Entretanto, diversas medidas adoptadas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) apuntaban a la gama US$ 35-38. Pero el martes, Saudiarabia invocó un “arreglo interno” para reducir producción y eso empujó los crudos livianos de US$ 42,20 a 44 (+4,3%) en horas.

En realidad, hace algunas semanas, la Opep había hecho un pacto, porque el petróleo amenazaba con quedar debajo de los US$ 40 el barril WTO o 38 el Brent nórdico. Al parecer, el “piso de intervención” está en US$ 40, no más. “Para neutralizar la depreciación del dólar, el mínimo aceptable está más cerca de US$ 42 que de otros niveles”, observaba un periódico de Jedda controlado por el régimen saudí.

Pero otros miembros de la Opep creen que, para hacer frente a ese dólar barato y solventar costos (exploración, explotación, transporte), basta mantener el WTO entre US$ 35 y 38. Desde otro ángulo, bastante elástico, el equilibrio entre oferta y demanda –afirman empresas como Shell Transport & Trading, ex Royal Dutch-Shell-, oscila alrededor de US$ 35-40.

Existe, eso sí, virtual unanimidad en que durante el año no se registrarán niveles por encima de US$ 50 el barril, que es como prometer un euro a “apenas” US$ 1,32. También la hay en cuanto a que no se verán en años precios inferiores a US$ 30-32. Salvo imprevistos, algo por desgracia nada raro en Levante. Sin incursionar en futurologías, el mercado a término de Nueva York espera valores en general superiores a US$ 40 este bimestre.

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