Allá por 1997/8, una crisis sistémica internacional originada en el sudeste asiático hizo que el Fondo Monetario pusiese en capilla a China y otros. Ahora, el desprestigiado organismo y Washington no pueden impedir que la solvencia de los bancos norteamericanos sea cuestionada por Beijing. No sorprendería que Hong Kong, Singapur o el sudeste asiático siguiesen ese ejemplo.
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<p> Las recientes instrucciones de la ChBR no dejan lugar a dudas. Intiman a las instituciones financieras del país a “suspender préstamos en cualquier moneda a bancos estadounidenses. Los riesgos involucrados son por demás altos”. Queda claro que las entidades de la Eurozona y otras jurisdicciones no están afectadas. Sólo Gran Bretaña está bajo la lupa, por sus vínculos con EE.UU.”.</p>
<p> Hasta el jueves, la medida era secreta (¿?), pero la reveló el “South China Morning Post” (Hong Kong) y ardió Troya en varios mercado regionales. Probablemente, el detonante haya sido la quiebra de Lehman Brothers, cuya división Asia-Pacífico fue tomada por Mitsubishi. Esta ex firma de valores era deudora del Industrial & Commercial Bank of China (US$ 159 millones), el Bank of China (75,6 millones) y China Merchant Bank (70 millones), entre otros.</p>
<p> Pero esto va mucho más lejos. En forma indirecta, Beijing sería unos de los grandes financiantes del paquete por US$ 694.000 millones que debate el congreso. En otro plano, China es el segundo tenedor mundial (US$ 1,1 billón) de deuda titulizada emitida por EE.UU. También en acreedora de Fannie Mae/Freddie Mac. </p>
Para China, los bancos norteamericanos dejan de ser deudores fiables
Según la autoridad regulatoria bancaria (ChBR), las entidades locales deben interrumpir todo tipo de créditos a sus equivalentes de Estados Unidos. El presunto rescate los convierte en severos riesgos, al menos en la óptica de Beijing.