La construcción mostró en 2012 la mayor contracción de su actividad en la última década. La actividad de ese sector cayó 3,2%, la mayor caída desde 2002, y se contrajo 3,4% la cantidad de puestos de trabajo.
Si bien el menor gasto de capital -público y privado- explica parte del descenso de la construcción, el principal responsable fue el derrumbe de lacompra-venta de inmuebles que generó la pesificación. La reducción en la actividad inmobiliaria impactó en la industria de la construcción.
Los desarrolladores de proyectos edilicios enfrentan una elevada incertidumbre sobre el precio de venta: hay pocas operaciones de referencia y muchos acuerdos distintos a la hora de escriturar. Además, sufren costos crecientes en pesos por lo que el riesgo de inversión es muy elevado.
Las expectativas para el sector no son muy optimistas: en el mejor de los casos el sector exhibiría un mínimo repunte. En tanto los controles sobre las operaciones en moneda extranjera no se flexibilicen, las ventas inmobiliarias seguirán contrayéndose, y habrá pocos incentivos para la construcción.
Hay algunos factores que jugarán a favor de la construcción en 2013. Probablemente las erogaciones del sector público de capital muestren cierta recuperación, sobre todo considerando que se trata de un año electoral. Sin embargo, en lo que respecta al sector residencial, el escenario configurado difícilmente se revierta. Los propietarios de los inmuebles se encuentran muy reticentes a adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.