La extracción disminuirá en 500.000 barriles diarios desde el 1º de febrero, declaró en Abuja el presidente de turno de la entidad, Edmund Daukoru. Como apuntaban medios occidemntales, resultaba irónico que el anuncio se hiciera desde Nigaria, un país azotado por corrupción sistémica, miseria y una guerra civil intermitente que empezó hace más de tres decenios. Pero, como se sabe, el cartel no hila muy fino en esas cosas.
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La reducción se agrega a los 1.200.000 b/d dispuestos en Dohá, el 20 de octubre. Naturalmente, el jueves los crudos experimentaron su tercer rebote en dos semanas, 2,2%, con lo cual rozaban picos de US$ 62,10 en Londres (Brent nórdico) y 62,50 en Nueva York (tejanos intermedios). Debe señalarse, no osbtante, que hace pocos días esos niveles alcanzaban respectivamente US$ 63,90 y 63,45.
Angola representa un buen aporte a la Opep, equivalente a 1.400.000 b/d. La organización “les dice a losi mportadores netos que trata de controlar nuevamente la oferta mundial e imponer pisos a los precios de futuros”. Así cree la división hidrocarburos de Crédit Agricole. “En realidad, este anuncio trasunta un compomiso entre quienes querían un recorte de un millón y quienes querían elevar produicción”.
En el plano geopolítico, a primera vista la decisión parece una “capitis diminutio” de Saudiarabia y el bloque que controla. Pero el propio mercado de futuros y opciones -especialmente en Londres- sospecha que es un “castigo” árabe por el endurecimiento de George W.Bush en Irak y sus intenciones de incrementar la presencia militar más aún.
Antes de replegarse un poco, los precios del jueves llegaron a tocar US$ 62,70 en Nueva York y 62,45 en Londres. En partre, debido a la explosión de una refinería en Canadá. En verdad, desde la reunión en Dohá, los crudos han estado más veces por sobre US$ 60 el barril que por debajo y las perspectivas para este invierno septentrional son entre sostenidas y firmes.
La extracción disminuirá en 500.000 barriles diarios desde el 1º de febrero, declaró en Abuja el presidente de turno de la entidad, Edmund Daukoru. Como apuntaban medios occidemntales, resultaba irónico que el anuncio se hiciera desde Nigaria, un país azotado por corrupción sistémica, miseria y una guerra civil intermitente que empezó hace más de tres decenios. Pero, como se sabe, el cartel no hila muy fino en esas cosas.
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La reducción se agrega a los 1.200.000 b/d dispuestos en Dohá, el 20 de octubre. Naturalmente, el jueves los crudos experimentaron su tercer rebote en dos semanas, 2,2%, con lo cual rozaban picos de US$ 62,10 en Londres (Brent nórdico) y 62,50 en Nueva York (tejanos intermedios). Debe señalarse, no osbtante, que hace pocos días esos niveles alcanzaban respectivamente US$ 63,90 y 63,45.
Angola representa un buen aporte a la Opep, equivalente a 1.400.000 b/d. La organización “les dice a losi mportadores netos que trata de controlar nuevamente la oferta mundial e imponer pisos a los precios de futuros”. Así cree la división hidrocarburos de Crédit Agricole. “En realidad, este anuncio trasunta un compomiso entre quienes querían un recorte de un millón y quienes querían elevar produicción”.
En el plano geopolítico, a primera vista la decisión parece una “capitis diminutio” de Saudiarabia y el bloque que controla. Pero el propio mercado de futuros y opciones -especialmente en Londres- sospecha que es un “castigo” árabe por el endurecimiento de George W.Bush en Irak y sus intenciones de incrementar la presencia militar más aún.
Antes de replegarse un poco, los precios del jueves llegaron a tocar US$ 62,70 en Nueva York y 62,45 en Londres. En partre, debido a la explosión de una refinería en Canadá. En verdad, desde la reunión en Dohá, los crudos han estado más veces por sobre US$ 60 el barril que por debajo y las perspectivas para este invierno septentrional son entre sostenidas y firmes.
