Como para dar una nota optimista, el jefe del emisor sostuvo que, en cierto modo, el enfriamiento de la demanda podrían frenar el recalentamiento de precios. Pero, como apuntados expertos ajenos al SRF y a Wall Street, el lado negativo de ese horizonte puede implicar estanflación.
En declaraciones previa a la exposición del jueves ante la cámara baja, Bernanke indicó que la entidad mantendrá sus opciones abiertas en materia de tasas básicas. De inmediato, el mercado hizo su propia lectura: el ajuste de 25 puntos previsto para el 8 de agosto (de 5,25 a 5,5% anual) no será el último.
El detonante de esas manifestaciones fue, curiosamente, una estadística ficticia, cara al SRF y a tantos técnicos: el índice de precios minoristas “pelado”, o sea sin alimentos, energía ni combustibles. Inesperadamenmte, esta número aumentó 0,3% en junio.
Pero, en lo que parecía una maniobra especulativa, la bolsa neoyorquina y Bloomberg entendieron al revés las admoniciones de Bernanke: el Dow Jones industrial saltaba 1,9%, el Nasdaq compuesto 1,75% y 1,8% el Standard&Poor’s 500. Algunos suspicaces veían en esto un apoyo a la política de George W.Bush en pro de Israel.
Como para dar una nota optimista, el jefe del emisor sostuvo que, en cierto modo, el enfriamiento de la demanda podrían frenar el recalentamiento de precios. Pero, como apuntados expertos ajenos al SRF y a Wall Street, el lado negativo de ese horizonte puede implicar estanflación.
En declaraciones previa a la exposición del jueves ante la cámara baja, Bernanke indicó que la entidad mantendrá sus opciones abiertas en materia de tasas básicas. De inmediato, el mercado hizo su propia lectura: el ajuste de 25 puntos previsto para el 8 de agosto (de 5,25 a 5,5% anual) no será el último.
El detonante de esas manifestaciones fue, curiosamente, una estadística ficticia, cara al SRF y a tantos técnicos: el índice de precios minoristas “pelado”, o sea sin alimentos, energía ni combustibles. Inesperadamenmte, esta número aumentó 0,3% en junio.
Pero, en lo que parecía una maniobra especulativa, la bolsa neoyorquina y Bloomberg entendieron al revés las admoniciones de Bernanke: el Dow Jones industrial saltaba 1,9%, el Nasdaq compuesto 1,75% y 1,8% el Standard&Poor’s 500. Algunos suspicaces veían en esto un apoyo a la política de George W.Bush en pro de Israel.