<p>Los ocho años de George W.Bush, sus aventuras bélicas y sus desgravaciones impositivas a los estamentos sociales más acaudalados (dividendos bursátiles inclusive) han generado el mayor déficit de la historia a dólares corrientes. El monto, US$ 1,3 billones, es no obstante superior a los 1,75 billones ahora destinados a estímulos económicos (US$ 787.000 millones), el rescate de 700.000 millones a malos banqueros y auxilio hipotecario (275.000 millones).<br />
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Quedan, claro, por definir el salvamento a Detroit (unos US$ 26.400 millones a General Motors y Chrysler) y los dos billones que debiera capitalizar la Reserva Federal. Por el momento, la cuestión presupuestaria pasa al centro de la escena y esto apunta a los gastos en Irak y Afganistán-Pakistán.<br />
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La reunión preparatoria (Berlín) para otra cumbre del G-20 (Londres, 2 de abril) derivó de una reforma contable radical –posible derogación de las normas Basilea II- al problema del secreto bancario. En un gesto inesperado, el grupo impidió el ingreso de la Confederación Helvética, justamente por nuevos escándalos (Bernard Madoff, UBS, Stanford Financial Group) ligados a refugios extraterritoriales (off shore).<br />
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Entre las objeciones, una resultó un bumerán. Se trata de Liechtenstein, satélite suizo donde se lavan fondos aún mas sucios (tráfico ilegal de armas, verbigracia). Algún diario hélveta recordó, al respecto, que un componente de la Eurozona –el Benelux- incluye el mayor “off shore” del área. Precisamente, Luxemburgo.<br />
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Obama contra el déficit, y el G-20 contra el secreto bancario
Por una parte, el presidente de Estados Unidos quiere rebajar de US$ 1,3 billones a 535.000 millones el rojo fiscal entre los años fiscales 2008/9 y 2012/3. Por otra, el grupo de los 20 le cierra la puerta a Suiza, por su tolerancia al dinero turbio.