<p>Esencialmente, el término “<em>subprime</em>” es un eufemismo y significa, en buen romance, paquetes hipotecarios otorgados en Estados Unidos a tomadores sin avales suficientes que aseguren el reembolso de los préstamos. ¿Cuál era el papel de los banqueros? Simple: emitir obligaciones sobre activos tóxicos que se empaquetaban y colocaban entre inversores alrededor del mundo.<br />
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Mientras la economía real se contraía durante la crisis sistémica de 2007/09, vinculada a la explosión de malas hipotecas (2006), entre otros factores, los bancos generaban utilidades infladas y distribuían entre sus ejecutivos bonificaciones millonarias. Luego todo estalló y se contagió al sistema productivo general.<br />
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Ahora, años después, el gobierno de Barack Obama ha decidido in extremis denunciar e iniciarles causas en el departamento de Justicia a diecisiete entidades financieras, flor y nata del negocio. Entre las más pesadas figuran las mayores; esto es BoFa, JPMorgan Chase, Wells Fargo y GS. El poder ejecutivo las acusa de haber presentado, en forma tergiversada o directamente falsa, obligaciones en realidad basadas en paquetes de títulos sólo en teoría sólidos.<br />
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Pero, en realidad, se trataba de una burbuja inmobiliaria que había alcanzado dimensiones astronómicas al momento (2008) de una crisis sistémica que recién parecía aflojar en 2010. Precisamente, mientras asomaba el colapso del endeudamiento soberano europeo. <br />
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La semana entrante, Justicia formalizará los cargos -el miércoles vence el plazo para hacerlo-, en conjunto con la agencia federal pro financiamiento de la vivienda (FHFA en inglés). Estas acciones implican como perjudicados también a <em>Fannie Mae </em>y <em>Freddie Mac</em>, las gigantescas inmobiliarias paraestatales. Este aspecto del matete abarca los US$ 141.000 millones aportados a ambas por la tesorería.<br />
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El caso Bank of America es emblemático. En 2008 absorbió <em>Country Financial</em>, gigante hipotecario, y la banca <em>Merrill Lynch</em>. Ambas estaban al borde de quiebras fraudulentas. Por cuerda separada, la FHFA demanda a Crédit Suisse la restitución de mil millones.<br />
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Tal es el lío que, este fin de semana, los bancos y bancas involucrados en las actuaciones de Justicia no atinan a armar estrategias para hacer frente a un estado federal que ha perdido la paciencia. Por supuesto, los lobistas del negocio sostienen que estas acciones legales pueden golpear a entidades todavía no completamente saneadas tras una crisis (2007/09) provocada por la codicia de estos mismos banqueros. Pero, al fin y al cabo, lo que hace agua por todos los costados en una “ortodoxia” que transfiere los pasivos de la banca privada en potencial deuda soberana, o sea de los contribuyentes. Como está ocurriendo ahora mismo en la Eurozona.<br />
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Obama contra 17 bancos por las malas hipotecas
Esta vez, aparecen complicados desde Bank of America primero del país- hasta JP Morgan Chase, Wells Fargo, Goldman Sachs y la filial local de Deutsche Bank, el mayor banco de la Unión Europea. Todos presentaron datos equívocos sobre sus obligaciones.