“Todos saben que la economía es el talón de Aquiles de John McCain”, sostiene el Nobel 1970. A juicio suyo, “tanto la idea de interrumpir la campaña electoral como hacer la reciente cumbre entre Bush, McCain, Barack Obama, Nancy Pelosi y Henry Reid eran maniobras para frenar el deterioro del candidato republicano en las encuestas”.<br />
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Samuelson aludía al encuentro entre el presidente, ambos rivales, la jefa de la cámara baja y el líder republicano en el congreso. Algunos medios coinciden y atribuyen la chicana al vicepresidente Richard Cheney y su instrumento, Reid. “La presencia de Obama y McCain no era necesaria, pues el asunto se dirime –afirma el economista- entre los poderes ejecutivo y legislativo. Pero la trampa falló y Wall Street no sabe qué hacer”. <br />
<p> Por cierto, McCain –para quien Bush y la ausente Sarah Palin son salvavidas de plomo- necesitaba “proyectar una imagen bipartidaria. Pero, en el pasado, secundó todas las medidas de Bush que llevaron a este desastre”, recalca Samuelson, que ahora se declara ”socialdemócrata”, una novedad en su larga trayectoria, cuidadosamente ambigua.<br />
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<p> A su criterio, Bush “debiera irse pidiendo disculpas a la gente, como lo ha hecho con Wall Street. Ha sido el mandatario más partidista y quizás el peor de la historia”. Pero ¿cómo fue que se llegó a este desenlace?. Por cierto, desde el miércoles el presidente ha estado dando explicaciones orientadas al sector financiero, no a la economía real ni, mucho menos, a los ciudadanos. Su móvil era mostrar que el gobierno no tenía la culpa por el descalabro de los mercados ni por llevar el país “al borde de la recesión” (sus palabras).<br />
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<p> Emulando a Henry Paulson (hacienda), Benjamin Bernanke (Reserva Federal) y Christopher Cox (SEC, comisión de valores), Bush reiteró que esas instancias ejecutivas y reguladoras “hicieron exactamente lo que debían hacer”. El FBI y el departamento de justicia no parecen creer eso. Basta notar las sumas percibidas en los últimos tiempos por ídolos caídos como Lloyd Blankstein (Goldman Sachs, US$ 27 millones), John Mack (Morgan Stanley, 1,6 millones), Richard Fuld (Lehman Brothers, 4,3 millones), James Cayne (Bear Stearns, 16,6 millones) o John Thain (Merrill Lynch, 17,3 millones). BS cayó, MS está en venta, ML pasó a Bank of America y LB protagonizó la mayor quiebra en la historia de su categoría.<br />
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<p> Finalmente, la cumbre en la Casa Blanca no da resultados tan inmediatos como los que precisan McCain ni Wall Street, plaza que deja de ser rectoras del negocio en el mundo. Sin duda el sucesor de Bush heredará la peor crisis financiera desde 1929/32, si no una depresión económica lisa y llana. </p>
Nuevas dudas sobre el rescate y sus efectos diluían el optimismo roto
Algunos atribuyen la demora a la arrogancia de George W. Bush. Otros a que, si se emiten US$ 700.000 millones, la deuda federal rozará 16 billones, contra 14,3 billones del PBI. Para Paul Samuelson, la cumbre era un truco para salvar a McCain.