<p>¿Puede salirse legalmente del euro? ¿Es posible hacerlo ilegalmente, denunciando el tratado? En ese caso ¿qué le sucederá jurídicamente al estado que deje la divisa común, la Eurozona o hasta la propia Unión Europea? Por sobre todo ¿en qué moneda se pagarán los títulos denominados en euros?<br />
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¿En qué tribunal deberá tramitarse la causa resultante? En lo tocante a demandas, ¿cómo se tutelarán los derechos de acreedores? Vale decir bancos, fondos institucionales,ahorristas e inversores.<br />
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No son cuestiones de poca monta. Así lo han descubierto estudios legales de primera línea que, alrededor del mundo, han analizado los potenciales problemas de una Grecia “fuera de la ley”. Existen desde hace meses, en efecto, ensayos y simulaciones sobre consecuencias de semejante ruptura.<br />
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Por ejemplo, Union des Banques Suisses calcula que todo ciudadano griego perderá de € 9.500 a 11.500 durante el primer año siguiente a la separación y € 3.000/4.000 en los subsiguientes. También se han evaluado las consecuencias jurídicas. En particular para Atenas, presuntamente interesada en recobrar el dracma, esto es el control de su política monetaria.<br />
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Tampoco será fácil la salida intermedia más estudiada, inclusive en el Banco de Ajustes Internacionales (Basilea): crear un euro fuerte y uno débil. El campeón de esta propuesta es Axel Weber, ex Bundesbank, y no está solo. Por su parte, un influyente estudio jurídico experto en deuda soberana señala lo obvio: no existe un derecho de<br />
abandonar el euro, pues el tratado es irrevocable y sin límites en el tiempo.<br />
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Naturalmente, hay soluciones tan traumáticas como revisar el acuerdo o –más aun- separarse unilateralmente de la UE. Sea como fuere, el inevitable desagio de bonos en euros expondrá al estado trasgresor a riesgos legales, en especial de tipo jurisdiccional.<br />
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Al respecto, no puede descartarse, por ejemplo, un contagio a otras economías en aprietos y una consiguiente crisis en la Eurozona, ya sin Grecia adentro.</p>
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Normas – ¿imposibles?- para abandonar el euro
La vuelta a monedas locales no se prevé en el Tratado de la Unión Europea. Al contrario, los artículos 53 y 356 señalan que los instrumentos suscriptos son incancelables. El acuerdo tiene duración ilimitada y no hay tribunal que pueda anularlo.