A juicio de la entidad tokiota, los precios reales de varias series han declinado, en tanto los de otras no han sido valuados apropiadamente. Así lo admite el conglomerado en una nota elevada al banco de Japón (central) y la comisión de valores. La novedad hizo ceder 5,6% las cauciones accionarias que se cotizan en Nueva York.
Mitsubishi UFJ afronta presiones como las que obligaron a las grandes firmas de Wall Street a absorber pérdidas conjuntas por US$ 3.800 millones en el tercer trimestre del año. También ellas debieron depreciar carteras de títulos y obligaciones financieras (papeles comerciales). Por supuesto, la crisis ha castigado la demanda de bonos respaldados en hipotecas de mala calidad, fenómeno común a Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, España e Italia.
Verbigracia, el viernes Goldman Sachs –la mayor firma de valores en el mundo, cuyo ex CEO ocupa hacienda- declaró haber mandado a pérdidas US$ 1.480 millones vinculados a títulos reclasificados como chatarra. En parecida situación están Lehman Brothers, Morgan Stanley y la más expuesta de todas, Bear Stearns.
La falta de financimiento disponible puede llevar a la insolvencia una masa peligrosa de derivados crediticios. Constituyen formas extremas de especulación, que no generan valor agregado, fomentadas por los grandes bancos centrales desde hace dos decenios. Usando otras palabra, Mitsubishi reconoce hallarse “afectado negativamente. Si las condiciones de mercado continúan deteriorándose, nuestra estructura de capital deberá ser ajustada por el alza de costos financieros”.
A juicio de la entidad tokiota, los precios reales de varias series han declinado, en tanto los de otras no han sido valuados apropiadamente. Así lo admite el conglomerado en una nota elevada al banco de Japón (central) y la comisión de valores. La novedad hizo ceder 5,6% las cauciones accionarias que se cotizan en Nueva York.
Mitsubishi UFJ afronta presiones como las que obligaron a las grandes firmas de Wall Street a absorber pérdidas conjuntas por US$ 3.800 millones en el tercer trimestre del año. También ellas debieron depreciar carteras de títulos y obligaciones financieras (papeles comerciales). Por supuesto, la crisis ha castigado la demanda de bonos respaldados en hipotecas de mala calidad, fenómeno común a Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, España e Italia.
Verbigracia, el viernes Goldman Sachs –la mayor firma de valores en el mundo, cuyo ex CEO ocupa hacienda- declaró haber mandado a pérdidas US$ 1.480 millones vinculados a títulos reclasificados como chatarra. En parecida situación están Lehman Brothers, Morgan Stanley y la más expuesta de todas, Bear Stearns.
La falta de financimiento disponible puede llevar a la insolvencia una masa peligrosa de derivados crediticios. Constituyen formas extremas de especulación, que no generan valor agregado, fomentadas por los grandes bancos centrales desde hace dos decenios. Usando otras palabra, Mitsubishi reconoce hallarse “afectado negativamente. Si las condiciones de mercado continúan deteriorándose, nuestra estructura de capital deberá ser ajustada por el alza de costos financieros”.