La mayor compañía mundial de software aumentó 10% y marca el máximo en seis años y sus ventas en julio-septiembre superan en más de mil millones todos los anticipos del mercado. Fuera del reducto especulativo, pocos creen que CF –el primer prestamista hipotecario del país- haya superado un simple bajón en el tercer trimestre y ahora avance con vigor. Pero parte de la plaza se toma en serio los pronósticos de la firma y su acción 17%, tras rozar 25%. Fue una burbuja individual, a contramano del sector inmobiliario.
En ese clima, el Standard&Poor’s 500 avanzaba 1,16%, acompañado por el Dow Jones industrial (0,8%) y el Nasdaq compuesto. Éste recobró 1,63% merced a Microsoft. Debe consignarse, empero, que la cartera global S&P 500 manifestó en julio-septiembre 0,8% de contracción media respecto de un año antes.
Microsoft ascendió poco menos de 10% e hizo que el segmento de software en el S&P 500 subiese 3,7%. Los réditos netos se incrementaron 23%, a US$ 4.290 millones. Las ventas total acumularon US$ 13.800 millones en el trimestre. Merrill Lynch, sumida en un conventillo interno, pudo avanzar un poco, en un contexto ávido de estímulos, por poco serios que sean.
En otros mercados, la violencia en Nigeria, las tensiones con Irak y las amenazas turcas al Kurdistan iraquíi recalientan el fin de semana. Por un lado, el Brent nórdico (Londres) mantuvo su propio máximo, US$ 88,20, los tejanos intermedios, luego de tocar 92,30, se replegaba a 90 (de todos modos, récords). Por supuesto, en dólares constantes, el pico de hace 26 años serpia hoy US$ 101. Fuera de control, la onza de oro alcanzó US$ 786, valor nominal a fines de enero de 1981. Como en el caso del petróleo, a moneda constante el precio debiera ser superior a US$ 2.000,
La mayor compañía mundial de software aumentó 10% y marca el máximo en seis años y sus ventas en julio-septiembre superan en más de mil millones todos los anticipos del mercado. Fuera del reducto especulativo, pocos creen que CF –el primer prestamista hipotecario del país- haya superado un simple bajón en el tercer trimestre y ahora avance con vigor. Pero parte de la plaza se toma en serio los pronósticos de la firma y su acción 17%, tras rozar 25%. Fue una burbuja individual, a contramano del sector inmobiliario.
En ese clima, el Standard&Poor’s 500 avanzaba 1,16%, acompañado por el Dow Jones industrial (0,8%) y el Nasdaq compuesto. Éste recobró 1,63% merced a Microsoft. Debe consignarse, empero, que la cartera global S&P 500 manifestó en julio-septiembre 0,8% de contracción media respecto de un año antes.
Microsoft ascendió poco menos de 10% e hizo que el segmento de software en el S&P 500 subiese 3,7%. Los réditos netos se incrementaron 23%, a US$ 4.290 millones. Las ventas total acumularon US$ 13.800 millones en el trimestre. Merrill Lynch, sumida en un conventillo interno, pudo avanzar un poco, en un contexto ávido de estímulos, por poco serios que sean.
En otros mercados, la violencia en Nigeria, las tensiones con Irak y las amenazas turcas al Kurdistan iraquíi recalientan el fin de semana. Por un lado, el Brent nórdico (Londres) mantuvo su propio máximo, US$ 88,20, los tejanos intermedios, luego de tocar 92,30, se replegaba a 90 (de todos modos, récords). Por supuesto, en dólares constantes, el pico de hace 26 años serpia hoy US$ 101. Fuera de control, la onza de oro alcanzó US$ 786, valor nominal a fines de enero de 1981. Como en el caso del petróleo, a moneda constante el precio debiera ser superior a US$ 2.000,