Usualmente remiso tocar el tema –la libra es apenas una moneda local-, esta vez salió a acusar a China de “alimentar graves tensiones cambiarias”. De pasò, señaló que el tema será tocado este fin de semana, en la reunión del grupo de los 20 (El Cabo).
Pero el tema no figura en la agenda explícita. En realidad, King estaba repitiendo palabra de su equivalente en el BCE, Jean-Claude Trichet. Días atrás el francés, bajo ataque por parte de su compatriota, Nicolas Sarkozy (le endilga someterse al “capitalismo anglosajón”), exigía a Beijing “afrontar sus responsabilidades globales”. Justamente lo que la gran banca no hace respecto de las crisis hipotecaria y crediticia.
Casi al mismo tiempo, Henry Paulson sostenía que “China no marcha al ritmo del resto de mundo”. No aclaró a cuál resto aludía. Lo que trasuntan estas coincidencias nada casuales es que algunos reductos monetaristas se estrellan contra la indiferencia china.
En términos menos líricos, los tres banquero centrales pretenden que Beijing se sume a sus esfuerzos –tácitos, pues los admiten- para acelerar el retroceso internacional del dólar. Washington está detrás de tanta retórica y tiene motivos concretos: este año exporta cada vez más, debido a una divisa débil. La misma que morigera los efectos inflacionarios del petróleo caro, ya que está tarifado en dólares baratos.
El euro avanzó más de 11% sobre el dólar en cuanto va del año y, hace poco, tocó el máximo absoluto: US$ 1,475. O sea, 67,8 centavos de dólar por euro. Pero King recién toca el tema cambiario ahora, demostrando que actúan como vocero de Paulson, diciendo lo que ni siquiera Benjamin Bernanke dice desde la Reserva Federal.
Usualmente remiso tocar el tema –la libra es apenas una moneda local-, esta vez salió a acusar a China de “alimentar graves tensiones cambiarias”. De pasò, señaló que el tema será tocado este fin de semana, en la reunión del grupo de los 20 (El Cabo).
<p>Pero el tema no figura en la agenda explícita. En realidad, King estaba repitiendo palabra de su equivalente en el BCE, Jean-Claude Trichet. Días atrás el francés, bajo ataque por parte de su compatriota, Nicolas Sarkozy (le endilga someterse al “capitalismo anglosajón”), exigía a Beijing “afrontar sus responsabilidades globales”. Justamente lo que la gran banca no hace respecto de las crisis hipotecaria y crediticia.</p>
<p>Casi al mismo tiempo, Henry Paulson sostenía que “China no marcha al ritmo del resto de mundo”. No aclaró a cuál resto aludía. Lo que trasuntan estas coincidencias nada casuales es que algunos reductos monetaristas se estrellan contra la indiferencia china.</p>
<p>En términos menos líricos, los tres banqueros centrales pretenden que Beijing se sume a sus esfuerzos –tácitos, pues los admiten- para acelerar el retroceso internacional del dólar. Washington está detrás de tanta retórica y tiene motivos concretos: este año exporta cada vez más, debido a una divisa débil. La misma que morigera los efectos inflacionarios del petróleo caro, ya que está tarifado en dólares baratos.</p>
<p>El euro avanzó más de 11% sobre el dólar en cuanto va del año y, hace poco, tocó el máximo absoluto: US$ 1,475. O sea, 67,8 centavos de dólar por euro. Pero King recién toca el tema cambiario ahora, demostrando que actúan como vocero de Paulson, diciendo lo que ni siquiera Benjamin Bernanke dice desde la Reserva Federal.</p>
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