(EFE).- Las principales bolsas de América latina mejoraron su estado de ánimo por algunas buenas noticias en México, Brasil y la Argentina, pero seguirán atentas al canje de títulos de la deuda pública argentina para definir su tendencia, según indicaron varios analistas.
Esta semana fue mejor de lo que esperaba el mercado, en especial en México, donde la compra por US$ 12.500 millones del Banamex, segundo mayor grupo financiero del país, por parte del estadounidense Citigroup, desató la euforia de los inversores.
El IPC de México fue el indicador latino que mejores resultados obtuvo en la semana y acumuló una ganancia de 6,83%, en una clara muestra de confianza de los inversores en la estabilidad del mercado y en la continuidad del flujo de inversión extranjera.
Las plazas de San Pablo y Buenos Aires, pese a que no acompañaron la euforia mexicana, también tuvieron jornadas positivas por la sanción presidencial argentina del decreto que autoriza el cambio de títulos de la deuda, así como por la decisión del gobierno brasileño de enfrentar la crisis energética con un plan de ahorro de electricidad en vez de recurrir a los temidos apagones.
Según los analistas, las perspectivas de los mercados de la región, en especial del mexicano, han mejorado, pero los inversores esperan más novedades sobre la operación con los títulos de la deuda argentina para mantener en alta el moderado optimismo mostrado en las últimas sesiones.
“Sólo cuando salga el swap (cambio de títulos) vamos a tener un período de calma mayor en los mercados”, dijo el analista Luiz Rabi, del BicBanco.
Los rumores de que el canje puede llegar a US$ 25.000 millones son una buena perspectiva para la operación, por lo menos en cuanto al volumen, pero falta saber las condiciones en que se hará efectiva, según los analistas.
Con el canje la Argentina empujará hacia el futuro los compromisos de corto plazo de su deuda, espantando de paso el peligro de una moratoria que todavía mantiene elevado el riesgo país.
Los conocedores del mercado advirtieron sin embargo que la operación, aunque sea llevada a buen término, es apenas un balón de oxígeno para la asfixiada economía argentina, que tendrá que superar otros desafíos para poder estabilizarse y estimular la entrada de los mercados de capitales en una nueva fase de recuperación.
“Los problemas económicos de la Argentina no terminan con el swap. El ministro de Economía, Domingo Cavallo, ganó más tiempo con la operación, pero todavía tiene que resolver otros asuntos delicados”, dijo el analista Federico Elías, de corredora Egide.
Los asuntos pendientes en la agenda del equipo económico argentino son el cumplimiento de las metas fiscales pactadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la reactivación del crecimiento económico y la recuperación de la competitividad.
Rabi recordó que el sector público federal argentino registra déficit mensuales medios de US$ 1.000 millones desde comienzos de año y es necesario reducir ese saldo en rojo a menos de la mitad, tarea que no será fácil porque el estancamiento de la economía disminuye la recaudación fiscal.
Por el lado brasileño, la expectativa del mercado también estará puesta en la decisión que tome el Banco Central sobre las tasas de interés en su reunión ordinaria de los días martes y miércoles de la semana próxima.
La tasa básica brasileña está en 16,25% anual y en el mercado existe el consenso de que el emisor tendrá que subirla medio punto o tres cuartos de punto para quitar estímulos al consumo y evitar que las recientes subidas del dólar provoquen un aumento de la inflación.
(EFE).- Las principales bolsas de América latina mejoraron su estado de ánimo por algunas buenas noticias en México, Brasil y la Argentina, pero seguirán atentas al canje de títulos de la deuda pública argentina para definir su tendencia, según indicaron varios analistas.
Esta semana fue mejor de lo que esperaba el mercado, en especial en México, donde la compra por US$ 12.500 millones del Banamex, segundo mayor grupo financiero del país, por parte del estadounidense Citigroup, desató la euforia de los inversores.
El IPC de México fue el indicador latino que mejores resultados obtuvo en la semana y acumuló una ganancia de 6,83%, en una clara muestra de confianza de los inversores en la estabilidad del mercado y en la continuidad del flujo de inversión extranjera.
Las plazas de San Pablo y Buenos Aires, pese a que no acompañaron la euforia mexicana, también tuvieron jornadas positivas por la sanción presidencial argentina del decreto que autoriza el cambio de títulos de la deuda, así como por la decisión del gobierno brasileño de enfrentar la crisis energética con un plan de ahorro de electricidad en vez de recurrir a los temidos apagones.
Según los analistas, las perspectivas de los mercados de la región, en especial del mexicano, han mejorado, pero los inversores esperan más novedades sobre la operación con los títulos de la deuda argentina para mantener en alta el moderado optimismo mostrado en las últimas sesiones.
“Sólo cuando salga el swap (cambio de títulos) vamos a tener un período de calma mayor en los mercados”, dijo el analista Luiz Rabi, del BicBanco.
Los rumores de que el canje puede llegar a US$ 25.000 millones son una buena perspectiva para la operación, por lo menos en cuanto al volumen, pero falta saber las condiciones en que se hará efectiva, según los analistas.
Con el canje la Argentina empujará hacia el futuro los compromisos de corto plazo de su deuda, espantando de paso el peligro de una moratoria que todavía mantiene elevado el riesgo país.
Los conocedores del mercado advirtieron sin embargo que la operación, aunque sea llevada a buen término, es apenas un balón de oxígeno para la asfixiada economía argentina, que tendrá que superar otros desafíos para poder estabilizarse y estimular la entrada de los mercados de capitales en una nueva fase de recuperación.
“Los problemas económicos de la Argentina no terminan con el swap. El ministro de Economía, Domingo Cavallo, ganó más tiempo con la operación, pero todavía tiene que resolver otros asuntos delicados”, dijo el analista Federico Elías, de corredora Egide.
Los asuntos pendientes en la agenda del equipo económico argentino son el cumplimiento de las metas fiscales pactadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la reactivación del crecimiento económico y la recuperación de la competitividad.
Rabi recordó que el sector público federal argentino registra déficit mensuales medios de US$ 1.000 millones desde comienzos de año y es necesario reducir ese saldo en rojo a menos de la mitad, tarea que no será fácil porque el estancamiento de la economía disminuye la recaudación fiscal.
Por el lado brasileño, la expectativa del mercado también estará puesta en la decisión que tome el Banco Central sobre las tasas de interés en su reunión ordinaria de los días martes y miércoles de la semana próxima.
La tasa básica brasileña está en 16,25% anual y en el mercado existe el consenso de que el emisor tendrá que subirla medio punto o tres cuartos de punto para quitar estímulos al consumo y evitar que las recientes subidas del dólar provoquen un aumento de la inflación.