Los economistas Javier Milei, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Belgrano, y Diego Giacomini, titular de la consultora Economía & Regiones, presentaron en la noche del martes 3 de abril, en la Universidad de Belgrano, una propuesta monetaria para bajar la inflación.
Propusieron dejar de lado el modelo de metas de inflación que aplica el Banco Central en la actualidad, para optar por uno de metas de agregados monetarios porque, de lo contrario, incluso “si el Gobierno fuera reelecto, no llegaría a alcanzar el objetivo de 5% de inflación anual al final de su segundo mandato”.
En ese sentido, postularon que “la base monetaria debería crecer al 18% en 2018, al 13% en 2019 y al 8% en 2020”, para cumplir las metas de inflación de 15, 10 y 5%, respectivamente en los próximos tres años. En paralelo, agregaron, “hay que desarmar la bomba de Lebacs”. Para ello, propusieron “un canje voluntario por cuatro bonos al 2023, 2029, 2034 y 2037”, junto con la ampliación de la base monetaria ya mencionada.
Esta propuesta, según sostuvieron, permitiría un ahorro cuasifiscal de 4,1% del PBI y una reducción del costo fiscal consolidado de todo el Estado de 3,4% del PBI para el 2020. Sin embargo, advirtieron que cuanto más se demore, mayores son sus costos y menores sus beneficios: “Si se hubiera aplicado en enero, ya nos habríamos ahorrado US$ 7.000 millones”.
Si por el contrario se continúa con la actual política monetaria, los economistas sostuvieron que “la inflación de 2018 va a ser muy parecida a la de 2017”. De hecho, indicaron que, anualizada, el alza de precios del primer bimestre da 28,3%, mientras que el año pasado en ese mismo período alcanzaba 24,6%.
“La política monetaria es dañina. El nuevo Banco Central sigue emitiendo casi igual que durante el kirchnerismo. De hecho, la expansión de la base monetaria de 2014 y 2015 fue de 65%, mientras que Federico Sturzenegger la incrementó 61%”, aseguraron. Para sostener su afirmación acerca de que la inflación es un fenómeno pura y exclusivamente monetario, detallaron que el año pasado, la base monetaria creció 28%. “Menos el 2,9% de crecimiento, da el 25% de inflación”, precisaron.
También indicaron que, en los últimos 22 meses, el Banco Central emitió 747.000 millones de pesos, es decir el 73% de la base monetaria, y que “casi 600.000 millones fueron para comprar la deuda que trae Luis Caputo”. Señalaron en ese sentido que “si no se cambia la política monetaria, todo lo que se emita va a ir a inflación, porque la base monetaria está saturada”.
Para completar su presentación, indicaron que en la Argentina se puede aplicar la meta de agregados monetarios porque “la base monetaria más los depósitos a la vista están cointegrados con el PBI nominal, que en un 97% es inflación”. Por lo tanto, afirmaron que “si se maneja la cantidad de dinero, se maneja el PBI nominal y la inflación”. Y concluyeron: “Tenemos el instrumento más idóneo para bajar la inflación y no lo queremos usar porque ya no está de moda en el mundo”.