(DYN). – El radical de Santa Cruz Juan Melgarejo presentó formalmente hoy (jueves 21) su renuncia “indeclinable” a su banca de senador, se transformó en la primer víctima concreta del escándalo de los sobornos y agravó la crisis en la Cámara alta.
La dimisión se produjo después de que la senadora del Movimiento Popular Neuquino Silvia Sapag sugirió que su colega había sido mencionado como parte de hechos irregulares durante el tratamiento de la ley de hidrocarburos.
La renuncia de Melgarejo agravó la crisis en el Senado porque generó una fuerte presión política sobre los bloques radical y justicialista, donde participan 11 senadores que fueron reclamados por el juez Carlos Liporaci para prestar declaración indagatoria por supuesto cohecho en el tratamiento de la reforma laboral.
Sin embargo, el bloque justicialista decidió hoy no adoptar ninguna medida política en torno de su integrante más comprometido, el salteño Emilio Cantarero, y consideraron la renuncia de Melgarejo como una cuestión absolutamente personal.
Los radicales, en tanto, emitieron un comunicado en el que le piden a Melgarejo que revea su decisión, más allá de admitir su imposibilidad; hacen un reconocimiento a su conducta y exponen su convicción sobre su más absoluta honestidad.
De todos modos, esta tarde continuaban reunidos a puertas cerradas después de muchas horas de diálogo, durante las cuales, inclusive hubo contactos telefónicos con el presidente Fernando De la Rúa y el ex mandatario Raúl Alfonsín.
Melgarejo señaló en la renuncia que elevó al presidente del Senado, Carlos Alvarez, que su decisión “se motiva en los hechos de público conocimiento a través de los cuales se pretende poner en tela de juicio mi conducta en el ejercicio del mandato con que me honrara la Legislatura de mi provincia”.
Aclara además que ante la situación en la que lo puso las declaraciones de Sapag “no me queda otro camino que resignar mi cargo” y que desea ponerse a disposición de la justicia “como un simple ciudadano porque no quiero que de modo alguno el tribunal competente pueda verse sesgado en el conocimiento de la causa que se forme”.
Posteriormente, Melgarejo dijo que “llamaba la atención” la tardía denuncia de Sapag, mucho más teniendo en cuenta que durante buena parte del debate por la ley de hidrocarburos estuvieron de acuerdo en muchos aspectos.
(DYN). – El radical de Santa Cruz Juan Melgarejo presentó formalmente hoy (jueves 21) su renuncia “indeclinable” a su banca de senador, se transformó en la primer víctima concreta del escándalo de los sobornos y agravó la crisis en la Cámara alta.
La dimisión se produjo después de que la senadora del Movimiento Popular Neuquino Silvia Sapag sugirió que su colega había sido mencionado como parte de hechos irregulares durante el tratamiento de la ley de hidrocarburos.
La renuncia de Melgarejo agravó la crisis en el Senado porque generó una fuerte presión política sobre los bloques radical y justicialista, donde participan 11 senadores que fueron reclamados por el juez Carlos Liporaci para prestar declaración indagatoria por supuesto cohecho en el tratamiento de la reforma laboral.
Sin embargo, el bloque justicialista decidió hoy no adoptar ninguna medida política en torno de su integrante más comprometido, el salteño Emilio Cantarero, y consideraron la renuncia de Melgarejo como una cuestión absolutamente personal.
Los radicales, en tanto, emitieron un comunicado en el que le piden a Melgarejo que revea su decisión, más allá de admitir su imposibilidad; hacen un reconocimiento a su conducta y exponen su convicción sobre su más absoluta honestidad.
De todos modos, esta tarde continuaban reunidos a puertas cerradas después de muchas horas de diálogo, durante las cuales, inclusive hubo contactos telefónicos con el presidente Fernando De la Rúa y el ex mandatario Raúl Alfonsín.
Melgarejo señaló en la renuncia que elevó al presidente del Senado, Carlos Alvarez, que su decisión “se motiva en los hechos de público conocimiento a través de los cuales se pretende poner en tela de juicio mi conducta en el ejercicio del mandato con que me honrara la Legislatura de mi provincia”.
Aclara además que ante la situación en la que lo puso las declaraciones de Sapag “no me queda otro camino que resignar mi cargo” y que desea ponerse a disposición de la justicia “como un simple ciudadano porque no quiero que de modo alguno el tribunal competente pueda verse sesgado en el conocimiento de la causa que se forme”.
Posteriormente, Melgarejo dijo que “llamaba la atención” la tardía denuncia de Sapag, mucho más teniendo en cuenta que durante buena parte del debate por la ley de hidrocarburos estuvieron de acuerdo en muchos aspectos.
