Como señala el informe semanal de Arpenta, La tasa de corte fue 6.5% más el CER. En otro plano, “la recaudación tributaria superó todas las expectativas al acumular $ 9.282 millones, más de 30% superior al mismo mes del año anterior. Además, la inflación del mismo mes fue más baja de lo esperado: 0,5%. Finalmente, los mercados comenzaron a recobrarse, tanto por los buenos datos económicos internos como por mejor clima externo”.
Resulta curioso que la percepción de los operadores de mercado abierto diste del tremendismo exhibido por algunos medios, entre ellos los supuestamente especializados en economía y finanzas. Volviendo al informe, “el resultado de la emisión de Boden 2014 fue positivo desde el punto de vista de la convocatoria que tuvo la licitación”.
Tanto bancos como administradoras de fondos ofrecieron muy por encima del monto establecido por el gobierno. La decisión de emitir sólo $ 1.000 millones (en vez de los $2.000 millones previstos) contribuyó en parte al éxito de la colocación.
La menor emisión “evitó comprometer mayor deuda o convalidar una tasa superior a la deseada por Economía. En cierta manera, la fuerte recaudación de abril, junto con los vencimientos impositivos por ganancias que deberán pagar las empresas este mes, hacían innecesario un endeudamiento más alto”.
Ahora bien, respecto de la tasa pagada, “las actuales condiciones del mercado no ayudaron en este sentido. Si se tiene en cuenta que las expectativas de inflación para el año giran en torno del 8/10%, una tasa del 6.5% llevaría a este bono a rendir más de 14%”. Aunque ese nivel se encuentra en sintonía con el de otros títulos similares, Economía reconoce que resulta oneroso continuar licitando bonos a tales tasas, por lo cual no tiene previsto nuevas colocaciones por el momento.
La inflación acumulada para el año es 4,5%. Ello indica la necesidad de que continúe el amesetamiento de precios, si ha de cumplirse el objetivo de no superar el 10% anual, fijado por la autoridad monetaria. Por ahora, las presiones inflacionarias tenderían a decaer ya que tanto el “efecto arrastre” del mes de abril como los vencimientos impositivos (por mayor absorción de liquidez) inducirían la baja en los números de mayo y junio. Más allá, esperan presiones salariales gastos asociados a la proximidad de las elecciones.
Como señala el informe semanal de Arpenta, La tasa de corte fue 6.5% más el CER. En otro plano, “la recaudación tributaria superó todas las expectativas al acumular $ 9.282 millones, más de 30% superior al mismo mes del año anterior. Además, la inflación del mismo mes fue más baja de lo esperado: 0,5%. Finalmente, los mercados comenzaron a recobrarse, tanto por los buenos datos económicos internos como por mejor clima externo”.
Resulta curioso que la percepción de los operadores de mercado abierto diste del tremendismo exhibido por algunos medios, entre ellos los supuestamente especializados en economía y finanzas. Volviendo al informe, “el resultado de la emisión de Boden 2014 fue positivo desde el punto de vista de la convocatoria que tuvo la licitación”.
Tanto bancos como administradoras de fondos ofrecieron muy por encima del monto establecido por el gobierno. La decisión de emitir sólo $ 1.000 millones (en vez de los $2.000 millones previstos) contribuyó en parte al éxito de la colocación.
La menor emisión “evitó comprometer mayor deuda o convalidar una tasa superior a la deseada por Economía. En cierta manera, la fuerte recaudación de abril, junto con los vencimientos impositivos por ganancias que deberán pagar las empresas este mes, hacían innecesario un endeudamiento más alto”.
Ahora bien, respecto de la tasa pagada, “las actuales condiciones del mercado no ayudaron en este sentido. Si se tiene en cuenta que las expectativas de inflación para el año giran en torno del 8/10%, una tasa del 6.5% llevaría a este bono a rendir más de 14%”. Aunque ese nivel se encuentra en sintonía con el de otros títulos similares, Economía reconoce que resulta oneroso continuar licitando bonos a tales tasas, por lo cual no tiene previsto nuevas colocaciones por el momento.
La inflación acumulada para el año es 4,5%. Ello indica la necesidad de que continúe el amesetamiento de precios, si ha de cumplirse el objetivo de no superar el 10% anual, fijado por la autoridad monetaria. Por ahora, las presiones inflacionarias tenderían a decaer ya que tanto el “efecto arrastre” del mes de abril como los vencimientos impositivos (por mayor absorción de liquidez) inducirían la baja en los números de mayo y junio. Más allá, esperan presiones salariales gastos asociados a la proximidad de las elecciones.