Por supuesto, estas perspectivas pueden afectar la oferta mundial de crudos y, lógicamente, los ingresos mejicanos, muy dependientes de hidrocarburos (33% de la recaudación). Los signos de agotamiento provienen del campo de Cantarell, no de un pozo aislado (como suponen algunos medios norteamericanos).
Seis de cada diez barriles extraídos en Méjico provienen del yacimiento. Su rinde ha bajado de 1.920.000 b/d en enero a 1.700.000 en julio; es decir, un alarmante margen de 11,5%. Así lo confirman estadísticas del ministerio de energía y combustibles. A principios de año, Pemex esperaba una media de 1.900.000 b/d este año, pero la realidad desvirtúa tanto optimismo.
Dicho de otro modo, Cantarell ha hecho reducir 4% la producción en el primer semestre. Entretanto, el martes el Brent londinense marcaba un récord nominal (US$ 75,90 el barril) y los crudos tejanos dulces tocaban máximas de US$ 75,15. Aparte, esta declinación perjudica el programa de Estados Unidos para depender menos de Levante y Venezuela, pues Méjico se cuenta entre los tres principales proveedores.
Por supuesto, estas perspectivas pueden afectar la oferta mundial de crudos y, lógicamente, los ingresos mejicanos, muy dependientes de hidrocarburos (33% de la recaudación). Los signos de agotamiento provienen del campo de Cantarell, no de un pozo aislado (como suponen algunos medios norteamericanos).
Seis de cada diez barriles extraídos en Méjico provienen del yacimiento. Su rinde ha bajado de 1.920.000 b/d en enero a 1.700.000 en julio; es decir, un alarmante margen de 11,5%. Así lo confirman estadísticas del ministerio de energía y combustibles. A principios de año, Pemex esperaba una media de 1.900.000 b/d este año, pero la realidad desvirtúa tanto optimismo.
Dicho de otro modo, Cantarell ha hecho reducir 4% la producción en el primer semestre. Entretanto, el martes el Brent londinense marcaba un récord nominal (US$ 75,90 el barril) y los crudos tejanos dulces tocaban máximas de US$ 75,15. Aparte, esta declinación perjudica el programa de Estados Unidos para depender menos de Levante y Venezuela, pues Méjico se cuenta entre los tres principales proveedores.