<p>Eventualmente, la comisión –supervisa transacciones claves para formar precios en escala mundial, desde cereales hasta hidrocarburos- mejorará un poco el sistema regulatorio. De paso, acelerará (a pedido del senado norteamericano) investigaciones sobre maniobras para inflar este año precios del algodón, poco antes de la explosión en valores de granos y oleaginosas.</p>
<p>Pero el fracaso de la reunión convocada en Roma por la FAO subraya la influencia de los mismos especuladores que la CFTC debiera vigilar más de cerca. Su nodo: fondos que invierten en futuros vía índices, no productos en sí. Mientras los precios venían subiendo, desde hace algunos años –el fenómeno no es de ahora-, ese segmento pesaba más en los mercados a término (ya distorsionados por fondos de cobertura, o sea derivados). Su participación en futuros pasó de US$ 13.000 millones en 2003 a unos 250.000 millones en 2007.</p>
<p>A diferencia de jugadores tradicionales, los fondos indexados no compravenden posiciones. Sólo compran, apostando a un mercado en permanente inflación (una incoherencia que, vaya casualidad, los monetaristas no detectan).</p>
<p>Por ende, esta actividad despierta críticas en el congreso, a cuyo juicio el segmento eleva artificialmente precios en perjuicio del público. En rigor, algunos senadores proponen prohibir a los poderosos fondos jubilatorios –regulados en escala federal- invertir en materias (cosa que suelen hacer vía fondos de cobertura).</p>
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Materias primas: la especulación inquieta a reguladores en EE.UU.
Con vacilaciones, la comisión de futuros para productos primarios (CFTC en inglés) empezó esta semana a analizar reformas cosméticas. Ante presiones parlamentarias, la entidad admite que los precios suben por distorsiones del mercado.