A criterio de Benjamin Bernanke, las entidades, “en especial las que combinan banca comercial e inversora, debieran determinar riesgos atinentes a operaciones, liquidez y a reputación. Particulamente, en instituciones y áreas no cubiertas por las pruebas ácidas”. Vale decir, las realizadas por el Tesoro y la RF sobre los diecinueve bancos mayores. <br />
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En realidad, estas advertencias comportan dos cosas. Una, que las autoridades no parecen dispuestas a publicar los resultados completos. Otra, que el banco central no las tiene todas consigo. <br />
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Hacer alusión a reputaciones es significativo y más lo es que la RF mantenga en la mira a firmas como Goldman Sachs (hoy banco comercial) o Morgan Stranley, todavía firma de valores. Sin duda, el colapso de Bear Stearns o Lehman Brothers y la presurosa venta de Merrill Lynch pesan tanto como esos US$ 74.600 millones que diez de los 19 examinados necesitan obtener. No es casual que, justamente ayer, nadie menos que Microsoft saliera a juntar fondos emitiendo bonos (US$ 3.750 millones), por vez primera en su historia. <br />
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Bernanke recordó una advertencia formulada el jueves 7. En esa oportunidad, los técnicos matizaron una síntesis optimista de los “tests”, entregada el martes 5. Señalaban que “si ciertas condiciones económicas tornasen a empeorar, las entidades analizadas podrían acumular un déficit de hasta US$ 600.000 millones en dos años”. <br />
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Por las dudas, Wells Fargo, Capital One Financial, US Bancorp y BB&T anunciaron que colocarán nuevas acciones para amortizar los rescates del gobierno. Claro, aplicaban una lectura positiva de los resultados según la cual podrían afrontar una mayor dosis de recesión sin pedir más auxilio fiscal. El primer banco –que precisa US$ 13.700 millones en plata fresca- ya obtuvo US$ 8.600 millones colocando papeles la semana anterior. <br />
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Más pruebas de solvencia pide Bernanke a los bancos
Según el presidente de la Reserva Federal, los esfuerzos de la banca privada para conseguir capitales frescos son correctos. Pero es preciso efectuar stress tests propios para detectar riesgos desde dentro. Ahora, también Microsoft busca efectivo.