Una encuesta global revela que el 74% de los negocios se disponen a pagar más impuestos a cambio de una mayor claridad por parte de las autoridades fiscales.
De acuerdo con los últimos resultados del Internacional Business Report de Grant Thornton, una encuesta global realizada a 2,580 negocios en 35 economías, tres cuartas partes de los líderes empresariales estarían dispuestos a pagar más impuestos a cambio de una mayor claridad por parte de las autoridades acerca de lo que es aceptable.
Y mientras unos pocos esperan que se llegue a un acuerdo global próximamente, a la mayoría le gustaría que sus gobiernos tomaran acciones en forma unilateral para ayudar a que este objetivo se cumpla.
Fernando Fucci, socio de Impuestos Internacionales de Grant Thornton Argentina dijo: “Los niveles tributarios pagados por los negocios se han convertido en un tema de interés público y sensible. Sin embargo, los negocios deben dejar las emociones a un lado, ya que tienen una responsabilidad con sus inversores y accionistas para mantener bajos los costos- dentro de los parámetros regulatorios existentes”.
“A pesar de esto, el IBR muestra que la mayoría apoyaría el hecho de pagar más impuestos a cambio de una orientación más clara por parte de las autoridades fiscales acerca de lo que es una planificación impositiva razonable. La pelota está claramente de su lado para establecer las medidas claras que los negocios están pidiendo.
Los resultados brindan más evidencia acerca de que se necesita claridad dentro del complejo mundo de las transacciones impositivas transfronterizas”, agregó Fucci.
Cuando se les preguntó si esperan una mayor cooperación y orientación global por parte de las autoridades impositivas acerca de lo que es un planeamiento impositivo aceptable o inaceptable, incluso si esto brindara menores oportunidades para reducir la deuda fiscal a lo largo de las fronteras, el 75% de los líderes empresariales dijeron ´Sí´, en relación al 53% registrado el año pasado.
Los países destacados que pretenden una mayor claridad fueron la India (95% vs 91% registrado en 2014), Sudáfrica (94% vs 64%), Reino Unido (83% vs 59%) y Estados Unidos (83% vs 37%).
En lo que respecta a la región latinoamericana, Argentina se destacó con un 80% de los empresarios que pretenden mayor claridad (vs un 72% registrado en 2014), seguida de México con un 70% (6 puntos porcentuales menos que en 2014) y Brasil (que también descendió de 71% a 67% este año).
Unilateral versus multilateral
Los líderes de negocios no tienen muchas esperanzas de que se promulgue un acuerdo global para brindar reglas impositivas más claras para todos.
Solo el 23% de los que respondieron la encuesta pensaron que los planes de la OECD acerca de la mejora impositiva global bajo el proyecto de la Erosión de la Base Imponible y el Traslado de Beneficios (BEPS) podrían llegar a implementarse de manera exitosa (porcentaje levemente menor comparado al 24% de 2014).
Localmente, el porcentaje de empresarios argentinos que cree en la implementación exitosa es similar (24%).
Sin embargo, se muestran más propicios a una acción unilateral e individual por parte de sus países, en lugar de un acuerdo global: el 71% dijo que podría apoyar a su propio gobierno tomando una acción unilateral para combatir la pérdida de los ingresos fiscales en su jurisdicción.
Este porcentaje fue el mismo que el registrado en Latinoamérica: Argentina mostró un 82% de apoyo, México 76% y Brasil 65%.
El apoyo a la acción local más fuerte se registró en India (95%), Estados Unidos (82%), Reino Unido (79%), China (67%) e Irlanda (64%).
Fernando Fucci sostuvo: “Las empresas pueden ser pesimistas acerca de las oportunidades de un acuerdo global: la Ronda de Doha y las negociaciones por el cambio climático nos han enseñado que este tipo de medidas llevan su tiempo. Sin embargo, el trabajo realizado por la OECD acerca de la planificación impositiva debería contribuir a disipar las preocupaciones al transformar el debate desde la conversación hacia la acción. La OECD pretende finalizar sus recomendaciones este año.
“Los estándares impositivos internacionales necesitan problematizarse y reconstruirse en base al mundo actual. La legislación existente se mueve en un mundo cada vez más interconectado y digital, en el cual la definición de “límite” parece arcaica. Nuestra investigación demuestra que los negocios piden más ayuda para navegar dentro de los nuevos desafíos de una economía digital”.