Varias publicaciones científicas demuestran que la adopción de cultivos transgénicos genera beneficios económicos, ambientales y de salud, a través de mayores rendimientos, menor uso de pesticidas, reducción de emisiones de GEI y mayor secuestro de carbono en el suelo (sobre todo al complementarse con sistemas como la siembra directa). Sin embargo, el debate público sobre los cultivos transgénicos y las nuevas técnicas de mejoramiento sigue siendo especialmente polémico en Europa.
En un trabajo recientemente publicado, investigadores de Estados Unidos y Alemania analizaron en qué medida se reducirían las emisiones de GEI si el nivel de adopción de variedades transgénicas de cinco cultivos principales (maíz, soja, algodón, canola y remolacha azucarera) de la UE fuera similar a los niveles de adopción en EEUU.
En el estudio, consideraron potenciales efectos positivos en la mitigación del cambio climático que no han sido cuantificados previamente para los cultivos transgénicos, como la reducción en emisiones adicionales de CO2 por disminuir la necesidad de incorporar mayor superficie a la producción (por producir más en menos tierra) evitando así cambios en el uso de la tierra.
Los investigadores consideraron dos componentes de las emisiones de GEI: los costos de oportunidad del carbono (COC) del uso de la tierra y las emisiones de producción (PEM).
Los COC representan la oportunidad de que un cambio en la producción (por ejemoplo. mayores rendimientos) en un lugar reduzca el cambio de uso de la tierra o almacene carbono en otro lugar. Los PEM se calculan en función del uso de fertilizantes e insumos energéticos en la producción agrícola.
Según este trabajo, sembrar más cultivos transgénicos en la UE podría reducir las emisiones de GEI en 33 millones de toneladas de equivalentes de CO2 por año, lo que equivale al 7,5 % de las emisiones totales de GEI agrícolas de la UE en 2017.
Los autores señalan que este número puede considerarse conservador ya que, a pesar de que se basaron en la suposición de que el aumento de la producción de cultivos en la UE conduciría a una disminución proporcional de la producción en otros lugares, hay otros dos factores que podrían reducir aún más las emisiones de GEI.
Por un lado, los cálculos consideraron la opción más conservadora que asume que el aumento de la adopción de cultivos transgénicos en la UE no tendría efectos sobre la adopción de tecnología en otros países, a pesar de que la casi prohibición de cultivos transgénicos en la UE durante los últimos 20 años también ha desalentado el uso de tecnología en otros lugares.
Por lo tanto, una mayor adopción de cultivos transgénicos en la UE probablemente también conduciría a una mayor adopción en otros lugares y por lo tanto a mayores beneficios en cuanto a reducción de GEI.
Por otro lado, solo consideraron el potencial de mitigación basado en la adopción de cultivos transgénicos ya existentes. Mientras que se podría suponer que la adopción futura de nuevos cultivos y características GM, aparte de las ya existentes, así como la adopción de cultivos generados mediante nuevas técnicas de mejoramiento, probablemente aumentaría el beneficio ambiental al propiciar estabilidad e incremento en los rendimientos, mitigando los efectos del cambio climático.
A medida que la demanda mundial de alimentos continúa creciendo, los aumentos en el rendimiento de los cultivos pueden reducir la necesidad de agregar nuevas tierras a la producción, evitando así emisiones adicionales de CO2 por cambios en el uso de la tierra. Sin duda, el resultado de este trabajo es un factor importante a tener en cuenta al momento de evaluar los beneficios potenciales de una mayor adopción de cultivos transgénicos en Europa. Mayores aumentos de rendimiento en más cultivos conducirían a mayores reducciones de emisiones de GEI. Por lo tanto, la estimación de 33 millones de toneladas de equivalentes de CO2 por año es solo una pequeña proporción de los posibles beneficios futuros de la adopción de tecnologías de mejoramiento genómico en la UE para la mitigación del cambio climático.