lunes, 23 de diciembre de 2024

Los biocombustibles a la espera de cambios

spot_img

Hay expectativas ante los beneficios futuros del acuerdo Unión Europea-Mercosur

A pesar de la recuperación de los últimos años no se esperan novedades importantes en esta industria durante 2019 ante la falta de medidas internas que fomenten la producción, y por las restricciones a las ventas argentinas que aún imperan en los Estados Unidos. Expectativas ante los beneficios futuros del acuerdo Unión Europea-Mercosur.

De acuerdo al informe especial de KPMG “Desarrollo de Biocombustibles en la Argentina”, las perspectivas de desempeño de esta industria para 2019 “no mostrarían un cambio radical respecto a lo observado en 2018. Si bien es cierto que la Unión Europea seguirá siendo el principal destino de las exportaciones nacionales de biodiesel durante 2019, lo sucedido con el mercado estadounidense debe conformar un llamado de atención que incentive a las autoridades locales a la implementación de medidas de fomento a la producción local de biocombustibles y que, al mismo tiempo, fortalezcan el mercado interno (incrementando los cortes con combustibles fósiles, por ejemplo) y la diversificación de los destinos de exportación”, señala el estudio entre sus conclusiones.

También se sostiene que resulta necesario asignar mayores esfuerzos y recursos a la investigación y al desarrollo del sector, en cuanto a la segunda generación de biocombustibles que son los relacionados a la materia prima no consumible o biomasa. Se indica que sus principales ventajas radican principalmente en que i) los insumos utilizados para su producción no generan competencia por la tierra fértil o con la producción de alimentos; ii) no presentan el inconveniente de la disponibilidad, que sí observan los biocombustibles de primera generación (soja, maíz, trigo, sorgo, azúcar, etc.); y iii) resultan más baratos.

Algunos ejemplos de estos biocombustibles son: el biodiesel de microalgas, elaborado a partir de aceites vegetales usados o el etanol de celulosa. “Los biocombustibles de segunda generación conforman un proyecto de desarrollo ineludible a largo plazo, desde que su producción, además de evitar la competencia por la materia prima, podría promover el desarrollo económico y el empleo en las provincias, federalizando la producción y el desarrollo futuro de la industria.”

El contexto mundial

El informe agrega que, la coyuntura mundial es un determinante significativo del desempeño de la industria, “situación que ha quedado en evidencia ante las restricciones arancelarias impuestas por los EE.UU. y lo ocurrido en el pasado con la UE”. De todas maneras, se afirma que elementos de orden interno, como la inflación, la presión tributaria, la reinstauración de los esquemas arancelarios a la exportación y la ausencia de reglas claras (por ejemplo, en la determinación de los precios oficiales), “conforman actualmente los principales obstáculos al buen desempeño de la mayoría de las actividades económicas, incluida la producción de combustibles alternativos. Ello debido a que, a pesar de la potencialidad probada del biodiesel en los mercados externos, el mercado interno sigue siendo un importante motor de desarrollo para estos productos, algo que ha resultado evidente para el bioetanol. De hecho, en los últimos años la demanda interna se ha quedado con alrededor del 43% de la producción de biodiesel y la totalidad de la de bioetanol, en respuesta tanto a los sucesos externos como a las necesidades que impone el cumplimiento de los cortes obligatorios con naftas y otros combustibles fósiles o la siempre creciente demanda interna por estos últimos”. El informe recuerda también, que la actual ley de fomento a la producción de biocombustibles (N° 26.093) tiene fecha de expiración en 2021, “una posible reedición o prolongación de ésta podría traer consigo algunos de los cambios demandados por el sector (por ejemplo, un incremento del corte con combustibles). Habrá que esperar hasta entonces para diagnosticar si existe o no la voluntad política para llevarlos adelante, tarea que recaerá sobre el próximo gobierno.”

En cuanto al reciente Acuerdo de Asociación Estratégica firmado entre la Unión Europea y los países del Mercosur el informe de KPMG dice que “podría impactar de lleno sobre la industria de los biocombustibles en el mediano plazo, principalmente en materia de exportaciones” ya que el acuerdo establece que la UE liberalizará el 99% de su comercio agrícola con el Mercosur, lo que en principio potenciará de manera significativa la exportación de commodities argentinos a un mercado que ostenta un elevado poder adquisitivo promedio. “A pesar de que en un principio la industria nacional de biodiesel continuará afectada por los derechos impuestos por los países de la UE (con un límite libre de toda imposición de US$ 1.000 millones anuales), las perspectivas a futuro son alentadoras teniendo en cuenta la gran dependencia que el sector tiene de esta región”.

 

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO