Como la actual coyuntura no es la misma que en febrero, lo más probable es que este nuevo ensayo de obligar a los bancos a que reduzcan sus posiciones en dólares para aumentar la oferta en el mercado de cambios termine en una corta primavera que no logre torcer las expectativas que es hoy uno de sus principales escollos, destaca Soledad Pérez Duhalde, coordinadora de Análisis Económico de abeceb.com.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) volvió a apelar a una medida de la que había hecho uso en febrero pasado y limitó (una vez más) la posición neta de activos en dólares de las instituciones bancarias, llevando el límite de 30% a 20%.
La medida afecta a los dólares físicos, los bonos nacionales y provinciales denominados en dólares y los contratos futuros del dólar en poder de los bancos.
En febrero último, el BCRA ya había forzado a los bancos a reducir su posición en dólares de 50% a 30% en un plazo de dos meses.
El resultado había sido por entonces el incremento de la oferta de dólares físicos en el mercado de cambios, permitiendo que el Banco Central se hiciera de estos dólares a tipo de cambio oficial.
Este “cambio de manos”, sin embargo, no había engrosado las reservas del BCRA, ya que éstas computan los encajes de los bancos, pero sí había modificado la composición patrimonial del BCRA.
Por otro lado y al mismo tiempo, la medida había incrementado la oferta de bonos en dólares que se usan como instrumento para la dolarización de carteras tanto en la bolsa porteña como mediante la triangulación con el extranjero (dólar MEP y contado con liquidación respectivamente) y también engrosó la oferta de contratos futuros en el ROFEX, haciendo caer el dólar futuro que surge de este mercado, y con éste las expectativas.
Por entonces, la medida había sido efectiva debido principalmente a que los bancos contaban con un volumen considerable de activos en dólares.
La pregunta clave es, ¿qué va a pasar ahora?
Se estima que con la medida podrán volcarse al mercado entre USD 500 y USD 1.000 millones en los mercados de dólar spot, dólar futuro y bonos en dólares (en éste último tipo de instrumentos se verían los mayores efectos).
De ser así, lo esperable es una baja en las cotizaciones del dólar en sus diferentes versiones paralelas.
No obstante, la presión sobre las reservas es hoy considerablemente mayor, dado que en febrero el BCRA contaba con la liquidación de la cosecha en puerta, enfrentaba un período estacional de menores importaciones de combustible y menores vencimientos de deuda en el calendario.
Hoy el panorama es algo más complicado. Es esperable que la baja en las cotizaciones sea meramente transitoria y que con la medida, el Banco Central no logre torcer expectativas.
En consecuencia, la reducción de la brecha será temporal y el mercado podrá disfrutar de una corta primavera.