Ante la evidencia de que la globalización se ve amenazada los capitalistas más inteligentes han comenzado a reconsiderar sus teorías fundamentales de invertir para una nueva era: la de la desglobalización. Un informe reciente de JPMorgan sobre la desglobalización muestra que hubo una gran correlación entre la intensidad del comercio internacional y los márgenes de ganancias de las empresas norteamericanas en los últimos 20 años.
Esa correlación se interrumpe ahora que el comercio se fracciona cada vez más. La tecnología será el principal campo de batalla de las guerras comerciales y los conflictos políticos. Las acciones tecnológicas más globalizadas, que levantaron el mercado en los últimos años, también están en baja. Una señal se ve en los contratiempos de las Faangs (Facebook, Amazon, Apple, Netflix, Google), pero hay muchos otros ejemplos más sutiles y más reveladores de lo que va a venir.
No quiere decir esto que la tecnología vaya a dejar de impulsar crecimiento. Quiere decir que las mejores oportunidades de inversión van a estar en China y en los mercados emergentes.
En China por el tamaño de su mercado y porque la Belt and Road Initiative creará un ecosistema completo de alta tecnología basada en los estándares digitales chinos y las empresas chinas.