Las exportaciones de 2015 serán por lejos las más bajas de la década iniciada en 2011 (ese año se obtuvo el máximo resultado histórico) en la medida en que lograrán una cifra 28,5% menor a la de 2011.
Y, midiendo las exportaciones en relación al PBI nominal en dólares estadounidenses, se descubre que luego del último año de la convertibilidad, cuando las exportaciones lograban una cifra algo menor al 10% del PBI, en este 2015 la relación porcentual será de poco más del 10% del PBI, señala el informe “DNI” (Desarrollo de Negocios Internacionales) Nro. 117, que lleva la firma de su director general, Marcelo Elizondo.
Luego de la caída de la convertibilidad, desde 2002 y hasta 2008, las exportaciones habían alcanzado cifras que equivalieron cada año a un porcentaje mayor al 20% del PBI.
Desde 2009 ese porcentaje perforó hacia abajo el 20% y, más allá de la crisis internacional iniciada en esa época, se siguió después de ese año con alzas de ventas externas que permitieron llegar al récord nominal de 2011 (el máximo nivel alcanzado en la historia, superando por poco los 84.000 millones de dólares).
Pero, pese a estos récords nominales, después de 2008 nunca más se logró tener exportaciones que generaran una cifra en dólares superior al 20% del PBI medido en la moneda estadounidense.
Sin embargo, las cifras alcanzadas en 2011, 2011 y 2012 fueron superiores al 15% del PBI, lo cual no pone a Argentina en niveles demasiado altos pero si en cifras aceptables en la materia, si se comparan las exportaciones con el PBI nominal medido en dólares.
Desde 2013 en adelante, en coincidencia con la caída de las exportaciones que no ha tenido interrupción, sumándose a esto que la Argentina padece brecha cambiara, inflación medida en dólares y retracción comercial, las cifras de comparación de las exportaciones con el PBI han exhibido resultados desalentadores.
Ya en 2014 las exportaciones apenas representaron 14,17% del PBI, traspasando hacia abajo por primera vez desde el inicio del siglo el piso del 15% del PBI.
Y en el corriente año, el número llega al piso de 10,75%.
Las exportaciones caen de modo crónico
Las exportaciones argentinas decrecen 17% en los primeros 8 meses del corriente 2015. Las previsiones para el año ubican las ventas externas de bienes argentinos en 60.540 millones de dólares.
Las exportaciones de 2015 serán por lejos las más bajas de la década iniciada en 2011 (ese año se obtuvo el máximo resultado histórico) en la medida en que lograrán una cifra 28,5% menor a la de 2011. Se trata de la mayor caída que se haya registrado en un período equivalente desde el retorno a la democracia.
En el corriente 2015 hay factores exógenos que explican el descenso. La recesión y devaluación de Brasil, los ajustes cambiarios en Latinoamérica, la desaceleración económica en China, el descenso de los precios internacionales; todas son razones (hay otras que podrían agregarse) que explican este decrecimiento.
Sin embargo, la reducción de exportaciones no está solo basada en problemas externos.
Por ejemplo, más allá de menores precios percibidos en los últimos meses, las ventas externas exhiben una caída inquietante en volúmenes despachados.
Así, otros factores endógenos permiten explicar la reducción en la masa exportada por Argentina desde 2011 hasta 2015. Inflación de costos, efectos de la brecha cambiaria, alta presión tributaria, sobrerregulación del comercio exterior, baja tasa de inversión en sectores transables; todas son razones que superan la coyuntura de las peores condiciones externas (razones externas que en todo caso podrían justificar los malos resultados de los últimos 18 meses, pero no la caída que lleva alrededor de 50 meses).
Así, si se analiza lo que ocurre en 2015 (que exhibe una exportación de toneladas en cantidades no muy disímil en comparación a la de 2014), la Argentina está exportando las menores cantidades desde 2009 (año del mayor impacto de la crisis internacional).
Midiendo toneladas, en verdad, Argentina exportó ya el año pasado menos que en cada uno de los años transcurridos desde el inicio de la segunda década del siglo. Este año, la situación está siendo similar.
Si bien suele decirse que desde 2011 -año de récord de precios- los precios en descenso han explicado la caída de ingresos por ventas externas, la Argentina exportó ya el año pasado un 12% menos en cantidades –excluyendo el factor “precios” y midiendo solamente cantidades físicas- que en 2011.
El cuadro siguiente mide las exportaciones en dólares estadounidenses
2015 estimados 60.540
Por ende, razones crónicas endógenas relativas a problemas de competitividad sistémica locales explican un aislamiento comercial externo sistémico, en un proceso que lleva ya al menos 4 años.
Las exportaciones tienen la menor participación en el PBI del siglo
Luego de la salida de la convertibilidad, Argentina había logrado una inserción internacional productiva destacada.
Primero explicada por una combinación de razones como un muy competitivo tipo de cambio, alta capacidad ociosa con aceptable nivel tecnológico, y alzas en los precios internacionales; luego por una mezcla de condiciones de competitividad local, comercio global creciente, procesos de crecimiento productivo de sectores exportadores e intensas políticas de inserción externa; la Argentina gozó por varios años, desde 2002, de una holgura cambiaria surgida de generosos ingresos de divisas basados en superávits comerciales apoyados en crecimientos exportadores marcados.
Se trata del peor porcentaje desde 2001, y de un porcentaje no muy disímil (menos de 1 punto porcentual mayor) al que las exportaciones tenían en el fin de la convertibilidad (9,86% en 2001).
A los efectos de la comparación, se ha considerado el PBI nominal argentino en dólares estadounidense previsto por el FMI (563.138 millones de dólares estadounidenses).
Obviamente, para esta medición nominal del PBI las cifras citadas consideran el tipo de cambio oficial. Ese es, por otro lado, precisamente, el tipo de cambio que utiliza el comercio internacional. Además, en todo caso, esta evaluación en estos términos no hace sino poner en la particularidad del múltiple régimen cambiario argentino, generador de distorsiones varias, uno de los focos de la caída de la participación de las exportaciones en el PBI.
La consecuente “sustitución de exportaciones”
La Argentina, así, exhibe desde hace varios años creciente desalineación de su economía con la del resto del mundo. Y pérdida de incidencia de los negocios internacionales en su PBI.
Esa desvinculación comercial, el aislamiento, la perdida de participación en mercados, todo explica que el PBI argentino esté cada vez más enfocado en la economía doméstica. No extraña, pues, que la Presidente del Republica hable no ya solo de sustitución de importaciones sino también de sustitución de exportaciones.
Mejores estrategias de relacionamiento internacional (negociaciones comerciales tanto en la región, adonde Argentina dirige mas del 40% de sus ventas, como en mercados más alejados); más sofisticada promoción comercial externa; encadenamiento de las inversiones internacionales, las alianzas entre empresas y el comercio; inserción en las cadenas de valor; facilitación del comercio; inversiones en infraestructura y aliento a las inversiones reproductivas en el sector privado; desactivación de conflictos internacionales que afectan procesos comerciales; reducción de la inflación de costos; mejora sustancial (estructural) en las capacidades, competencias y habilidades de los futuros trabajadores en industrias transables; desmantelamiento de sobrerregulaciones que afectan la naturaleza de los negocios; son algunas de las asignaturas a aprobar para lograr esa mayor y mejor internacionalidad.
Muchos de nuestros vecinos están yendo en este camino.