Por Lucas Pina (*)
Fue en el 2015, cuando Ethereum presentó la primera cadena de bloques programable; siguió el boom de precios que, en 2018, provoco una burbuja especulativa que terminó con el 80% del mercado, hasta la actualidad, donde el nuevo invierno cripto bajó la capitalización bursátil a casi un 60% desde principios de abril hasta fines de junio de 2022.
Con las crecientes ofertas de los llamados Neobroker y los sitios de intercambio de criptomonedas (exchanges) como Coinbase, cualquiera puede invertir y el tema está en boca de todos. El avance acelerado de la tecnología ha permitido la implementación de varias ideas y características novedosas, como los contratos inteligentes, que habilitaron una gran cantidad de oportunidades y dieron lugar a un ecosistema cripto.
A pesar de los avances significativos, las criptomonedas siguen siendo muy controvertidas debido a su alta volatilidad, el número creciente de ataques cibernéticos, los problemas relacionados con el consumo de energía y la escalabilidad.
Sin embargo, muchas startups y empresas están entrando en el sector, y cada vez más gobiernos, fondos de inversión, y las corporaciones están formulando sus estrategias criptográficas, transformando el sector en una industria convencional.
Desde la crisis financiera mundial de 2008, la tecnología blockchain ha provocado un cambio gradual en el panorama monetario donde la transferencia de valor de las autoridades centralizadas (bancos centrales/gobiernos) se está moviendo lentamente hacia un sistema más descentralizado y autónomo.
Las empresas de tecnología impulsadas por contratos inteligentes están revolucionando la forma en que operan las instituciones financieras tradicionales al ofrecer servicios similares que superan a estas instituciones centralizadas y no requieren intermediarios, basados en conceptos básicos de descentralización, apertura y mayor utilidad para el usuario.
¿Qué es una criptomoneda? Una criptomoneda es un activo digital negociable y descentralizado basado en la tecnología blockchain. Cada moneda consta de firmas criptográficas que prueban definitivamente la propiedad individual. ¿Qué es una cadena de bloques? Una cadena de bloques es un libro mayor distribuido que registra todas las transacciones reuniéndolas en bloques, que luego se encadenan de forma inmutable.
El segmento cripto alcanzó una capitalización de mercado promedio de US$ 2 billones en 2021 con Bitcoin y Ethereum constituyendo más de la mitad de todo el sector. En comparación con otras clases de activos, las criptomonedas aún son poco relevantes en términos de capitalización de mercado.
No obstante, entre 2017 y 2021 crecieron 289 %, por encima de los metales preciosos, las acciones (la capitalización bursátil considerada para los activos es la última fecha del año respectivo) y bienes raíces.
A medida que las criptomonedas crecen en valor, los volúmenes de transacciones también han aumentado, casi alcanzando los volúmenes de red de los servicios financieros Visa y Mastercard. En volumen, el total de transacciones de 2021 de Visa fue de US$ 10,8 mil millones, Mastercard US$ 7,7 mil millones; mientras que las dos criptomonedas más transaccionadas del mercado tuvieron un volumen relevante de US$ 4,6 mil millones Bitcoin y Ethereum US$ 3,6 mil millones.
El volumen negociado muchas veces representa operaciones genuinas y otras, movimientos especulativos; esto explica la constante volatilidad que se observa. Debido a que todas las criptomonedas inevitablemente experimentan grandes fluctuaciones en su valoración, siguen siendo una inversión de alto riesgo.
Volatilidad anualizada y promedio diaria del precio de las ocho monedas principales por capitalización de mercado en 2021 evidencian las fluctuaciones de los precios diarios y anualizados, con valores diarios superiores a 4%, y anualizados del 81% en el caso de Bitcoin, que representa el 50% del mercado en términos de capitalización.
Desde principios de 2022, la volatilidad y los riesgos se están volviendo significativamente evidentes cuando comenzó una pérdida extrema de valor en todo el mercado. Las monedas estables son una forma de lidiar con el problema de la volatilidad de las criptomonedas porque están diseñadas para preservar el valor de los activos digitales.
Una Stablecoin es una moneda digital vinculada a un activo de reserva menos volátil, como el dólar estadounidense o el oro. Las monedas estables se introdujeron para minimizar la volatilidad en relación con las criptomonedas no vinculadas como Bitcoin. Si bien Bitcoin a menudo se describe como una alternativa al oro, su precio histórico sugiere que está más relacionado con las acciones.
(*) de la Escuela de Economía y Negocios de la UNSAN.